El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. EFE/Román G. Aguilera/Archivo

La UCO no encuentra mensajes enviados desde ninguna ‘app’ en el móvil del fiscal general entre el 8 y el 14 de marzo

Madrid (EFE).- La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha hallado «0 mensajes» en el móvil del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, entre el 8 y el 14 de marzo, periodo en el que se filtró presuntamente información de la investigación por fraude del novio de Isabel Díaz Ayuso.

Los investigadores han enviado al juez del Tribunal Supremo Ángel Hurtado su informe sobre el material analizado tras el registro al despacho del fiscal general del Estado, practicado el pasado 30 de octubre, en el marco de la investigación por presunta revelación de secretos.

El juez Hurtado, que ha levantado este jueves el secreto de sumario sobre este informe, investiga si García Ortiz o la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, filtraron a la prensa el correo en el que la defensa del empresario Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña, itió un fraude a Hacienda ante el fiscal que le investiga para tratar de llegar a un acuerdo.

La UCO dice en su informe, al que ha tenido EFE, que en el período que el juez ordenó analizar los dispositivos del fiscal general no se ha encontrado ningún mensaje en aplicaciones de mensajería instantánea.

Correos electrónicos

En su ordenador, los agentes han localizado dos archivos que tienen una copia de correos recibidos por el fiscal general de una cuenta corporativa de la Fiscalía, fechados la noche del 13 de marzo, a las 23.45 horas, con el asunto «Denuncia Maxwell Cremona».

Se observa, dice la UCO, la cadena de correos entre el abogado del empresario Alberto González Amador -investigado en un juzgado de Madrid por defraudar supuestamente 350.961 euros entre 2020 y 2021- y el fiscal que le investiga, y el reenvío a la Fiscalía de Madrid ese mismo día 13.



En esos correos, el letrado intentaba alcanzar un pacto con el fiscal por el que aceptaba íntegramente la comisión de dos delitos fiscales por parte de su cliente y proponía aceptar ocho meses de cárcel y pagar una multa.

Los correos que recibió el fiscal general incluían, añade la Guardia Civil, la denuncia por dos delitos contra Hacienda cometidos presuntamente por la empresa que istra González Amador.

La cuenta de Álvaro García Ortiz tenía también 45 correos «sin interés para la investigación entre el 8 y el 14 de marzo».

El polémico correo que investiga el Supremo fue publicado la mañana del 14 de marzo, si bien algunos medios hacían referencia a él en sus informaciones la noche anterior.

Sede de la Fiscalía General del Estado.
Sede de la Fiscalía General del Estado. EFE/Daniel González/Archivo

Una norma aconseja borrar periódicamente el móvil del fiscal general

Una instrucción de 2019 en materia de protección de datos y una guía básica de actuaciones en la Fiscalía aconseja a los de la institución borrar periódicamente los dispositivos electrónicos por motivos de seguridad, según informan a EFE fuentes fiscales.

Fuentes fiscales recuerdan que una instrucción aconseja la «destrucción de forma segura de documentos y dispositivos en desuso» y la «limitación del plazo de conservación» de datos personales «durante el tiempo estrictamente necesario».

Impone a los fiscales adoptar «medidas razonables para que los datos personales sean mantenidos de forma que se permita la identificación de los interesados durante el tiempo estrictamente necesario para los fines del tratamiento», añaden las fuentes.

También establece la «destrucción de forma segura de documentos y dispositivos en desuso utilizando, para la documentación en soporte papel, las destructoras o contenedores cerrados previstos al efecto».

La guía de actuaciones introduce una serie de medidas de seguridad como la limitación «al máximo» del «almacenamiento de información que contenga datos personales en soportes electrónicos portátiles (discos duros externos, memorias USB, etcétera)» y obliga a «su encriptación en caso de que se utilicen».

También desaconseja almacenar «indefinidamente documentos en los soportes digitales ni en las cuentas de correo electrónico» y «eliminar los mismos una vez dejen de ser necesarios, asegurándose de que no queden residentes en la papelera», añaden las fuentes.