El empresario Luis Medina llega a la Audiencia Provincial de Madrid. EFE/ Chema Moya

Juicio del caso mascarillas: “Son las ‘Rolls Royce’, las usa el presidente de China»

Madrid (EFE).- «Son las Rolls Royce de las mascarillas (…). Las utiliza el presidente de China, el partido comunista entero». Así describía Luis Medina, uno de los dos empresarios acusados de estafar al Ayuntamiento de Madrid en lo peor de la pandemia, el material que luego vendió y por el que se llevó, junto a su socio, una comisión de 6 millones.

La Audiencia de Madrid ha celebrado este jueves la segunda sesión del juicio a los empresarios Alberto Luceño y Luis Medina, que se enfrentan respectivamente a una petición de la Fiscalía de 15 y 9 años de cárcel por presuntamente estafar al Consistorio en la compraventa de mascarillas, guantes y test de coronavirus en marzo de 2020.

Una sesión en la que han declarado dos testigos: la coordinadora de Presupuestos y Recursos Humanos del Ayuntamiento de Madrid, Elena Collado, que asumió la responsabilidad de ese tipo de compras en marzo de 2020, y la que era jefa de gabinete de la delegada municipal de Hacienda.

Sin declaraciones a la prensa

Alberto Luceño y el aristócrata Luis Medina han seguido el juicio atentos e intercambiado algunos comentarios entre ellos, al igual que han hecho en los pasillos durante los recesos. No han querido hacer declaraciones a la prensa.

El testimonio de Elena Collado es clave porque fue la encargada de negociar y cerrar los tres contratos investigados por los que el Ayuntamiento pagó 11,9 millones de dólares (11,6 millones de euros) y los acusados se llevaron seis.

Y por eso el tribunal ha escuchado dos conversaciones entre Collado y Medina, aportadas por la defensa de éste al inicio del juicio con la intención de probar que la funcionaria sabía lo que cobrarían los acusados y por lo tanto no habría estafa.

En uno de los audios Medina explica a Collado que está intentando conseguir «una cantidad muy grande» de mascarillas que se están vendiendo a «entre 6 y 8 dólares en el mercado», pero que en fábrica costaban 2 dólares, y le pide que no cuente nada hasta que no las consiga.

«Habríamos contratado con el diablo»

Medina afirma que si las consigue y el Ayuntamiento las compra haría una donación de 100.000 unidades (al final donaron mas de 280.000), todo ello en un momento en el que el Gobierno municipal necesitaba material «de forma desesperada», según ha enfatizado Collado, que ha llegado a afirmar: «Hubiéramos contratado con el diablo».

«Estas mascarillas que te he enviado están hechas con grafeno. Estas son las Rolls Royce de las mascarillas. Son N95. El grafeno repele las bacterias, los virus y todo. Son las más seguras. Estoy intentando hacerme con ellas, con una cantidad muy grande», comienza diciendo Medina.

«Las utiliza el presidente de China, el partido comunista entero, porque son las buenas. El gobierno malayo las tiene en exclusiva, el de Vietnam igual», enfatiza.

Durante la sesión la responsable de compras ha asegurado que tuvo un trato «muy cordial» con Luceño y Medina, que «jamás» le hablaron de comisiones en el proceso. “Nunca pensé que la parte de la comisión estaba engordando el precio (…). Ellos nos habían dicho que no cobraban comisión y que el precio de venta era ese», ha incidido.

Luis Medina.
Luis Medina. EFE/Chema Moya

De haber sabido los pormenores de la operación, el Consistorio se habría «replanteado la decisión», y quizás hubieran parado «en seco» para valorar.

Una de las cuestiones que sí hizo plantearse a Elena Collado una posible estafa fue la compra de los guantes, ya que -según ha relatado- al revisar el contrato con los empresarios investigados detectó que el Consistorio había pagado 5 millones de euros por un envío en el que figuraba que el coste era de 57.000 dólares.

«Lo que se me explicó es que se abarataban las facturas a efectos de seguros de viaje en los productos y de pase de las aduanas», ha comentado que le dijo Luceño.

Collado: Creímos que pagábamos costes, no comisión

Collado ha justificado el precio que se pagó por cada mascarilla a Luceño y Medina por la situación que se vivía en marzo de 2020 y porque entendió que la diferencia entre el precio de fábrica y el que abonaron se debía a que se incluían todos los costes, pero no comisiones.

Elena Collado, que sigue siendo coordinadora general de Presupuestos y Recursos Humanos del Consistorio, ha afirmado que se hizo cargo «de recoger y recopilar las necesidades del Ayuntamiento y buscar las mejores ofertas» en lo peor de la pandemia.

Ha precisado que ella no contrataba, ya que eso era competencia de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios, y que no tenía experiencia concreta en contratos internacionales ni sabía inglés, aunque sí lo sabían de su equipo.

Ha reconocido que «en alguna ocasión» le pidió a Luceño que le tradujera documentos algún documento.

Las conversaciones de Collado y Medina

El tribunal ha escuchado dos conversaciones entre Collado y Medina, aportadas por la defensa de éste al inicio del juicio, en el que Medina explica a la funcionaria que está intentando conseguir «una cantidad muy grande» de mascarillas de grafeno que «las están vendiendo entre 6 y 8 dólares en el mercado, pero en fábrica cuestan 2 dólares», y que si las consigue se las puede vender al Ayuntamiento, haciendo además una donación de 100.000 unidades.

Medina le asegura que esas máscaras «son la pera» y «las más seguras». «Son las Rolls Royce de las mascarillas», añade, explicándole que en ese momento las usaban el presidente de China, los del Partido Comunista y los gobiernos de Malasia y Vietnam.

Tras escuchar este audio Collado ha explicado, a preguntas del fiscal, que lo que importaba al Ayuntamiento «es lo que nos iban a cobrar», el «precio unitario», que establecieron en un rango de entre 6 y 8 dólares por unidad, y por estas mascarillas se pagaron 6,6.

El empresario Alberto Luceño
El empresario Alberto Luceño llega a la Audiencia Provincial de Madrid. EFE/ Chema Moya

«No teníamos que pensar en otra cosa», ha añadido, explicando que ese precio de 6,6 dólares entendió que incluía «el margen comercial de la fábrica, con todos los costes de embalaje y distribución», pero no comisiones.

Preguntada sobre si no se planteó si había que pagar 6 dólares por mascarilla cuando fábrica valían 2, ha puesto como ejemplo que «si compras un traje en China y te lo manda Shein, seguramente valga un euro lo que le cueste a la fábrica y 15 lo que cueste en España».

Sobre las comisiones

Sobre las comisiones que luego supo que cobraron los procesados, ha explicado que creyó no era así porque así se lo dijeron Medina y Luceño.

«Me lo dijeron a mi personalmente ambos, en varias ocasiones», ha dicho, y por eso así lo reflejó en un correo que envió el 23 de marzo de 2020 a varias personas, en el que llegó a asegurar que ambos se merecían «una medalla».

Sobre esta frase ha afirmado que se trataba «de un momento en el que no teníamos prácticamente ninguna oferta y (ellos) se encargaron de buscar por tierra, mar y aire, entendí yo, material sanitario para nuestros funcionarios, a parte de donar».

La testigo ha incidido que durante sus conversaciones Luceño le trasladó que su voluntad era «ayudar a Madrid», ya que estaba «muy preocupado por lo que estaba pasando». «Yo siempre entendí que de manera altruista, de eso me intentaron convencer», ha añadido.

De haber conocido los pormenores de la operación «desde luego que hubiéramos replanteado la decisión”, ha indicado, si bien ha justificado que en aquel momento, en el que morían 300 personas al día, se necesitaba material «de una forma desesperada» para «proteger la vida de los empleados» públicos.