Madrid (EFE).- El empresario Luis Medina ha reconocido que no informó al Ayuntamiento de Madrid de que iba a cobrar comisiones por la compraventa de material sanitario al inicio de la pandemia, porque “no tenía la obligación de decirlo” y “tampoco” se lo preguntó la responsable municipal de compras.
La Audiencia Provincial de Madrid celebra este martes la sexta sesión del juicio a los empresarios Alberto Luceño y Luis Medina acusados de estafa al Ayuntamiento de Madrid al inicio de la pandemia, en tres contratos de compraventa de material sanitario en los que se embolsaron 6 millones de euros en comisiones.
Medina, visiblemente nervioso
Visiblemente nervioso, Medina ha declarado durante algo más de una hora, durante la que ha contestado al fiscal, a su letrado y a la letrada del Ayuntamiento de Madrid, que ejerce la acusación particular.
Se enfrenta a una petición de nueve años de cárcel por parte de la Fiscalía por presunta estafa agravada y falsedad documental, mientras que Luceño, que declarará finalmente mañana miércoles, lo hace a 15 años de prisión.

A preguntas del fiscal sobre si habló con la responsable de compras municipal en aquellos días, Elena Collado, en relación a cuál era su intención y las comisiones que cobrarían, Medina ha asegurado: «Lo que si le dije muy claro es que a lo que veníamos era a ayudarles a traer mascarillas».
«No tenía obligación de decirlo y tampoco me lo preguntó», ha contestado sobre las comisiones, precisando que tampoco hablaron “de ninguna gratuidad de ningún tipo, más allá de que la intención de verdad era llevar material”.
Un «facilitador»
En cuanto al papel que desempeñó en la transacción, Medina ha hecho hincapié en que se limitó a actuar como “facilitador” para ofrecer al Ayuntamiento el material sanitario que él y su socio Alberto Luceño podían conseguir a través de la empresa malaya Leno.
Según su relato, el aristócrata tampoco fijó el precio de las mascarillas, sino que eso lo hacía Luceño, quien tenía o con Leno: “Eso tendrá que preguntárselo a Alberto (Luceño)”, ha respondido al ministerio público.

Medina ha contado que las comisiones no se pactaban hasta que no se completaban las ventas, y que el pago del material lo recibía la empresa Leno, que es quien vendía las mascarillas y pagaba la eventual comisión.
“Por anticipado no podíamos saberlo, ni anticiparlo”, ha subrayado el aristócrata, que ha afirmado que “nunca” habló con la empresa Leno, ya que su interlocutor en la operación era Luceño, al tiempo que ha aseverado que no conocía los pormenores de la transacción, sino que recibía algunos reportes de Luceño, quien le “ponía al día” aunque “muy brevemente.
Sin pacto sobre el cobro de las cuantías con Luceño
El empresario ha señalado que no tampoco llegó a “ningún pacto” sobre el cobro de las cuantías con Luceño, explicando que solo hablaron de unas “hipotéticas distribuciones de dinero” y recibió “la contraprestación de un servicio». “Con lo recibido, me di por satisfecho”, ha dicho sobre el millón de euros que se embolsó.
A pesar de que ha descargado parte de la responsabilidad en el otro acusado, Medina ha defendido que Luceño, “lejos de dejar a su suerte al Ayuntamiento con unos chinos, estuvo 24/7 ayudando” para que el material sanitaria llegara a la capital.
Medina ha descrito que en aquel momento, debido a que el mercado estaba “roto”, había “comisiones muy altas” por la “fortísima demanda” y la escasez de oferta. “Había transacciones donde las comisiones podían ser muy elevadas, otras más pequeñas, otras estaban diferidas… Eran muy variadas, en ese momento no había un estándar”, ha añadido.
La Sala ha escuchado varios mensajes entre Medina y Luceño en el que hablan de precios de mascarillas y el primero le dice al segundo que el precio de un determinado tipo -que define como «la repolla»- debe ser por debajo de 2,20 dólares, aunque ha precisado que no sabe a qué operación se refiere esa conversación porque hablaron de muchas compras en poco tiempo.
En otro audios, Medina menciona la palabra “pelotazo” en una conversación con Luceño sobre otra operación distinta a la del juicio y que no salió adelante. En ella, le pide que realicen un documento bancario por separado: «Que no vean que el beneficio tuyo y el mío es tan grande», dice.
La Audiencia Provincial tiene previsto dejar visto para sentencia el juicio mañana, tras escuchar a Luceño y los informes finales de las partes.