Madrid (EFE).- La exgerente de Desarrollo Rural y Política Forestal de la empresa pública Tragsatec, María Caridad Martín, cuyo departamento fichó a Jéssica Rodríguez para un proyecto de Adif, ha denunciado este lunes «anomalías» en la selección y contratación de la expareja de José Luis Ábalos.
Martín, cesada tras conocerse el presunto enchufe
Martín, que ha comparecido en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado, fue cesada tras salir a la luz el presunto enchufe a Rodríguez en dos empresas públicas, Ineco y Tragsatec, y ha asegurado que se siente una «cabeza de turco».
En estos momentos está suspendida de empleo y de baja. Casi entre lágrimas, ha explicado que se encuentra en tratamiento psicológico y que tiene «miedo a represalias» de sus jefes.
A su juicio, Tragsatec fue «utilizada» para dar continuidad al trabajo de Rodríguez en Ineco, porque no podía seguir allí por la normativa laboral, y hubo «una serie de anomalías en todo el ciclo, incluida la selección y la contratación».
Martín ha acusado a Tragsa de realizar una investigación «prospectiva hacia su persona» y de estar suspendida de empleo «para que no hable». Ha impugnado su cese y se ha querellado contra su empresa en defensa de su honor.
Ingeniera de montes y más de veinte años en Tragsatec
Ingeniera de montes y con más de veinte años de trabajo en Tragsatec, se ha desvinculado de la contratación de Rodríguez y ha asegurado que se enteró de su existencia en octubre de 2024, porque apareció en la prensa y recibió un whatsapp de su superior que le decía que estaba en su gerencia.
A su cargo tenía en ese momento a más de 350 personas y «no tenía ni idea» de que la expareja del entonces ministro estaba ahí.
Según su relato, la víspera de que Rodríguez compareciera en el Supremo, donde dijo que cobró sin ir a trabajar, fue convocada a una reunión con el presidente de Tragsa, Jesús Casas.
Cargo a disposición
Éste le planteó que sabía que no había hecho nada, pero que para evitar «daños reputacionales» a la empresa debía «sacrificarse» y poner su cargo a disposición. Era un «cortafuegos», ha señalado.
Asume que le pidieron dar ese paso porque la consideraban «leal y en cierta manera dócil».

A su juicio, se quiso poner el foco en la supervisión para no hablar de irregularidades en la selección y contratación.
Al auditar el proceso de contratación, se detectó una práctica que, ha dicho, era habitual cuando el cliente era Adif, y es que pedía que se cubrieran vacantes y enviaba currículos para esos puestos.
Según ha apuntado, fue lo que ocurrió con Rodríguez. Ignacio Zaldívar, que solicitó desde Adif personal para cubrir unas vacantes, pasó a Tragsatec el nombre de la mujer antes de que se abriera el proceso.
Ha hecho hincapié en que los requisitos para las plazas los pone Adif y que se cambiaron respecto a vacantes previas de personal istrativo.
La «ventana» con la vacante a la que optó la expareja de Ábalos, ha añadido, solo estuvo abierta siete horas.
En su declaración ha rebatido varias de las afirmaciones de la encargada en Tragsatec de supervisar el trabajo de Jéssica Rodríguez, Virgina Barbancho, quien compareció la semana pasada en la comisión de investigación y dijo que dimitió al sentirse desautorizada tras intentar durante semanas que la pareja de Ábalos fichara.
Según Martín, Barbancho le había comunicado que dejaba la gerencia antes de que Jéssica Rodríguez se incorporara al proyecto y nunca le informó de presiones para que se «dejara en paz» a la mujer.
La portavoz del PSOE, Amparo Marco, ha sido reprendida por el presidente de la comisión tras preguntar a Martín si era militante del PP y ha acusado a este partido usar las comisiones de investigación del Senado no para esclarecer la verdad, sino para una estrategia de «acoso y derribo» al Gobierno.
El PP, sin embargo, ha subrayado la importancia de la declaración de Martín, acusando al PSOE y al Gobierno de querer «frenar las investigaciones».