La vicepresidenta de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Teresa Ribera (i), y el vicepresidente para Estrategia Industrial, Stéphane Séjourné (d), este miércoles durante una rueda de prensa sobre el Plan de Industria Limpia en Bruselas. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

EuroEFE Explica: El plan de industria limpia y los recortes al Pacto Verde

Lucía Leal |

Madrid (EuroEFE).- La Comisión Europea acaba de plantear tres planes para descarbonizar la industria energética, rebajar el precio de la energía y mejorar la competitividad de las empresas, unas reformas que han satisfecho a la patronal pero preocupado a defensores del medioambiente, que temen una profunda erosión del Pacto Verde.

Bruselas presentó sus esperados planes de industria limpia y de energía asequible al mismo tiempo que su paquete ‘ómnibus’, destinado a simplificar la regulación europea y rebajar la carga istrativa para las empresas, derivada en muchos casos de las medidas para combatir la crisis climática.

Te explicamos sus principales implicaciones:

¿En qué te afecta?

  • La propuesta con un impacto más universal es la petición a los países de que apliquen el tipo mínimo del 5 % en el IVA a la electricidad.
    • En España, ese impuesto volvió a situarse en el 21 % el pasado enero, tras rebajarse a raíz de la crisis energética, y los consumidores se han quejado recientemente de facturas más altas. A nivel europeo, el problema de la pobreza energética es grave: afecta a más de 46 millones de personas, según Bruselas.
    • Aunque la de la Comisión es una mera recomendación, Bruselas también pide un cambio en la legislación europea que, de aprobarse, sí sería obligatorio: una reforma de la fiscalidad energética que lleva años bloqueada por el rechazo de varios países a subir los impuestos al queroseno de los aviones.
  • Si tienes una empresa pequeña o mediana y se aprueba la propuesta de la Comisión, ya no tendrás que presentar informes a Bruselas sobre tu impacto en sostenibilidad.
    • Si proporcionas bienes o servicios a compañías más grandes, ya no podrán pedirte tanta información sobre el posible efecto social o medioambiental de los suministros que les aportas.

  • Si trabajas en el sector de la energía o las tecnologías limpias, la Comisión ha prometido movilizar nuevas ayudas y subvenciones, aunque aún podrían tardar años en concretarse.

¿En qué consiste?

El vicepresidente de la Comisión Europea para estrategia industrial, Stéphane Séjourné, el pasado septiembre en Bruselas. EFE/EPA/JOHN THYS / POOL

Su objetivo es frenar el declive de la producción industrial en la UE, que ha perdido más de 2 millones de empleos industriales en los últimos 15 años, y convertir la descarbonización en un “motor de crecimiento” para ese sector.

Para ello, la Comisión propone flexibilizar las normas sobre ayudas de Estado y conceder incentivos fiscales para favorecer las inversiones necesarias (que cifra en 480.000 millones anuales), sobre todo en las industrias de alto consumo energético y el sector de las tecnologías limpias.

Estos son los puntos clave del plan:

  • Movilizar 100.000 millones de euros «a corto plazo» para fabricar productos de forma ‘limpia’ en Europa, aunque no está claro de dónde saldrán esos fondos.

  • Crear un Banco de Descarbonización Industrial financiado con el Fondo de Innovación europeo y los ingresos del sistema de comercio de emisiones (ETS), con un objetivo de 100.000 millones.

  • Adoptar un nuevo marco de ayudas estatales y una línea de garantías para reducir el riesgo en las compras de energía a largo plazo.

  • Incluir una «preferencia europea» en las licitaciones públicas en sectores estratégicos e introducir en ellas criterios no ligados al precio, como la sostenibilidad o la resiliencia.

  • Reducir la dependencia europea de terceros para el suministro de materias primas críticas. Se apostará por los acuerdos con terceros países y por las compras conjuntas de los Veintisiete.

 “Tenemos que hacer con el litio o el cobalto lo que hicimos en su momento con las vacunas de la covid”, dijo este miércoles el vicepresidente ejecutivo y comisario de estrategia industrial de la Comisión Europea, Stéphane Séjourné, al referirse al mecanismo de compras conjuntas que ya se usó en la pandemia.

  • También se buscará reciclar y reutilizar al menos el 24 % de esas materias primas para 2030, gracias a una Ley de Economía Circular que verá la luz en 2026.

Estrechamente vinculada al plan industrial, esta propuesta de la Comisión Europea busca agilizar la transición a energías limpias y rebajar las facturas energéticas para empresas y consumidores, con un ahorro estimado de 45.000 millones de euros este año que iría aumentando hasta alcanzar los 260.000 millones en 2040.

El diagnóstico es claro: según Bruselas, la industria europea paga por la electricidad más de dos veces más que la estadounidense, el doble que la china y un 20 % más que la japonesa.

Estos son los puntos clave del plan:

  • Presionar a los Estados para que bajen los impuestos sobre la electricidad y eliminen aquellos que financien políticas no relacionadas con la energía, como las primas a las renovables en España.
    • Eso incluye aplicar el tipo mínimo posible a la electricidad (un 5 %), aunque no está claro si los países responderán a las peticiones de la Comisión.

“Cada Estado miembro ha de extraer sus conclusiones y hacer lo que pueda, (aunque) no siempre se puede«, dijo en una entrevista con EFE la vicepresidenta de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Teresa Ribera.

  • Crear una metodología común para las tarifas de a la red, facilitar a los consumidores el cambio a proveedores de energía más baratos y fomentar los contratos de suministro a largo plazo (PPA).

  • Mejorar las interconexiones eléctricas entre países de la UE y aumentar la preparación conjunta ante posibles crisis de precios.

  • Controlar mejor los mercados del gas de la UE y aumentar las importaciones de gas natural licuado (GNL) de “proveedores fiables”, un punto que ha alarmado a activistas medioambientales y que, según algunos expertos, puede ser contraproducente en los intentos de contener la volatilidad de los precios.

Es una respuesta a las quejas de la industria y grandes corporaciones europeas, replicadas por países como Francia y Alemania. Esas empresas consideran que su competitividad respecto a China y Estados Unidos está asfixiada por el marco regulatorio de la UE, sobre todo el derivado del Pacto Verde, que busca convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro en 2050.

Bruselas calcula que su propuesta reducirá en un 25 % las cargas istrativas para las empresas europeas (y un 35 % en el caso de las pymes), con un ahorro anual total de 6.300 millones de euros en costes istrativos.

Estos son los puntos clave de este primer paquete, que se complementará con otros en el futuro:

  • Recortar en un 80 % las empresas obligadas a presentar informes sobre su impacto en sostenibilidad: solo deberán hacerlo aquellas que superen los 1.000 empleados y los 50 millones de facturación anual.
    • Además, la obligación de hacerlo se retrasaría hasta 2028, dos años después de la fecha prevista de entrada en vigor de la normativa en cuestión, conocida como CRSD.

  • Rebajar las multas mínimas a las empresas que no cumplan con la directiva sobre diligencia debida en sostenibilidad corporativa: elimina el umbral que exigía que esas penalizaciones fueran al menos del 5% de la facturación anual de la empresa.
    • Esa directiva también se retrasaría hasta 2028 y las empresas ya solo tendrían que identificar su impacto sobre la sostenibilidad ambiental o social cada cinco años, en vez de cada uno.
    • En lugar de tener que romper sus contratos con los proveedores que incumplan las normas, las compañías podrían decidir suspenderlos temporalmente y retomarlos cuando el problema esté resuelto.

  • Recortar en un 85 % las empresas obligadas a cumplir con la “taxonomía verde europea”, que ayuda a los inversores a distinguir qué proyectos afectan negativamente al clima y al medioambiente.
    • La Comisión llegó a considerar eliminar completamente esa obligación y convertir el régimen en voluntario en todos los casos, pero finalmente se impuso un recorte más moderado.

  • Reducir el alcance del arancel que grava las importaciones cuya producción haya implicado altas emisiones de carbono, conocido como mecanismo de ajuste de carbono en frontera (CBAM, en inglés). Esa tasa afectará solo a un 10 % de las empresas previstas inicialmente pero, según Bruselas, permitirá aún así compensar el 99 % de las emisiones.

¿Quién está a favor?

  • En general, la industria europea ha reaccionado con cautela al Plan de Industria Limpia y con entusiasmo a la simplificación regulatoria del ‘ómnibus’:
    • La patronal BusinessEurope ha advertido de que las acciones para revitalizar la industria deben ser más «rápidas y coherentes», y ha celebrado el proyecto para permitir a las empresas operar «mejor, con menos normas y más claras».
    • La patronal europea de pymes y artesanía SMEUnited ha celebrado lo que considera un «respiro» burocrático para el sector, pero habría agradecido más medidas para la descarbonización de las empresas pequeñas.
    • La Asociación de Cámaras Europeas de Comercio e Industria (Eurochambres) ha elogiado los recortes al Pacto Verde, mientras que el sector de la aviación y el de la siderurgia han dado la bienvenida con matices al nuevo plan industrial.
  • La Asociación de Consumidores Europeos opinó que la reducción del IVA en las facturas de la luz que ha propuesto Bruselas «puede traer un alivio inmediato» a los hogares.

  • El Partido Popular Europeo (PPE), la formación de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el grupo más numeroso del Parlamento Europeo, ha expresado su apoyo a las iniciativas.

¿Y en contra?

Activistas de Greenpeace bloquean la carretera de al helipuerto durante una protesta en Davos (Suiza) el pasado 20 de enero. EFE/EPA/Michael Buholzer
  • Numerosas organizaciones ecologistas han denunciado lo que consideran «concesiones inaceptables» a las empresas contaminantes incluidas en el ‘ómnibus’, y han criticado también que no haya trabas a la energía nuclear.
    • La Oficina Europea de Medio Ambiente, que agrupa a 185 organizaciones, incluida la española Ecologistas en Acción, aseguró que «las industrias dependientes de combustibles fósiles se han asegurado un asiento de primera fila en la definición de este acuerdo».
    • La Red Europea de Acción Climática (CAN Europe) describió el paquete ‘ómnibus’ como “un esfuerzo de desregulación sin precedentes, que (…) deshace los complejos avances logrados bajo el Pacto Verde”.
    •  Greenpeace lamentó el impulso a las inversiones en infraestructuras de gas natural licuado en el extranjero, que a su juicio «encarecerá aún más la dependencia de la UE de los combustibles fósiles importados”.

“El Plan de Industria Limpia presenta un enfoque audaz para hacer negocios en la UE, pero choca con las medidas inconexas del paquete ‘ómnibus’”, resumió por su parte la directora de programas del centro de estudios sobre el clima E3G, Elisa Giannelli,

  • Los sindicatos europeos reunidos en ETUC rechazaron el ‘ómnibus’ como una “relajación de los mecanismos que fuerzan a las empresas a rendir cuentas por los abusos a los trabajadores en sus cadenas de suministro”.
  • En el Parlamento Europeo, los grupos europeístas que permitieron formar la Comisión de Von der Leyen –socialistas, liberales y verdes- se mostraron uniformemente en contra del paquete ‘ómnibus’, lo que podría obligar al PPE a apoyarse en los votos de la extrema derecha si quiere sacar adelante esa legislación, en una batalla en la Eurocámara que se augura larga y compleja.

Fuentes: