Bruselas/París (EuroEFE).- Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea debaten este lunes y martes el plan de Bruselas para aumentar el gasto en defensa y financiar el rearme del continente, después de que los líderes de los Veintisiete le diesen luz verde ante la amenaza rusa y el riesgo de retirada estadounidense.
Los ministros lo abordan este lunes durante su debate de política fiscal en la reunión entre países del euro (Eurogrupo) y, ya con todos los socios a la mesa, durante una cena informal tras ese encuentro y en un desayuno en el consejo de los Veintisiete (Ecofin) del martes.
El plan presentado la semana pasada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prevé movilizar hasta 800.000 millones de euros en inversiones en defensa, en su mayor parte (hasta 650.000 millones) a través de los presupuestos nacionales, gracias a una suavización de las reglas fiscales para que este gasto no compute en el déficit y los países no se expongan a un expediente sancionador.
Otros 150.000 millones de euros llegarían en préstamos a los Estados a través de un nuevo instrumento financiado con la emisión de deuda respaldada por el presupuesto comunitario, cuyos detalles aún deben precisarse en una propuesta legislativa concreta.
Opciones adicionales
Además de las medidas contempladas en el plan, fuentes diplomáticas señalan que los ministros podrían debatir opciones adicionales mencionadas por algunos Estados, como el uso de las líneas del Mecanismo Europeo de Estabilidad -el fondo de rescate de la eurozona – o una propuesta italiana para avalar con fondos europeos inversiones privadas.
La parte central de la discusión será, no obstante, la propuesta de activar las cláusulas nacionales de escape de las reglas fiscales, que permiten saltarse los límites europeos de déficit y deuda para financiar inversiones en defensa hasta una media europea del 1,5 % del PIB.
Polonia, que preside este semestre el Consejo de la UE, quiere que el martes los ministros se posicionen sobre qué puede considerarse gasto en defensa, cuánto tiempo deberían flexibilizarse las reglas y qué referencias usar para medir el aumento de la inversión.
España es partidaria de una definición de defensa «en el sentido amplio«, que incluya también elementos de seguridad económica y de ciberseguridad, explican fuentes del Ministerio de Economía.
A su llegada este lunes a otra reunión ministerial en Bruselas, centrada en el empleo, la vicepresidenta segunda española, Yolanda Díaz, aseguró que «no se arregla nada por subir el presupuesto militar» de España, y opinó que lo importante es definir «para qué» se quiere gastar más y cuál va a ser su política de defensa «en un momento de recesión geopolítica».
El giro alemán
Al mismo tiempo, Alemania ha pedido que no solo se flexibilicen las normas durante unos años, sino que se revisen «a largo plazo» para permitir un mayor gasto en defensa.
Una propuesta que se desvía radicalmente de la postura tradicional germana y que llega después de que conservadores y socialistas – que negocian un Gobierno de coalición – hayan pactado suavizar el freno de deuda nacional para incrementar el gasto en ese área.
«Todo el mundo entiende que las reglas fiscales no pueden ser un obstáculo para tal imperativo existencial (…). Pero al mismo tiempo hay un compromiso entre los ministros de Finanzas, entre los líderes, de mantener un marco que garantice la sostenibilidad fiscal. Y me agrada ver que los mercados financieros parecen considerarlo creíble», apunta un alto cargo europeo sobre el debate.
La rentabilidad de los bonos europeos subió la semana pasada tras anunciar Berlín que invertirá 500.000 millones de euros en infraestructuras, aunque las primas de riesgo de los países europeos (el diferencial entre lo que pagan ellos y lo que paga Alemania por financiarse) se mantuvieron contenidas. Se espera que Alemania informe este lunes a los ministros de ese plan de inversión.
Más allá de la financiación en defensa, el Eurogrupo abordará con la Comisión y el Banco Central Europeo cómo podría afectar a Europa la postura muy favorable a las criptodivisas del Gobierno de Donald Trump y sus planes para promover el uso de divisas digitales respaldadas por el dólar, en un momento en que la UE trabaja en un posible euro digital.
Francia, atada por su senda fiscal

Desde Francia, fuentes del Ministerio de Economía recalcaron este lunes la necesidad de ver primero cuáles son las necesidades del aumento del gasto en defensa desde el punto de vista estratégico y de la base industrial propia, antes de decidir los instrumentos para financiarlo.
No es lo mismo -explicaron- financiar un programa de armamento de largo plazo -como un nuevo tanque o un sistema aéreo, que va a prolongarse durante más de una decena de años y requerirá incrementar gradualmente las partidas presupuestarias- que las compras de munición, que son mucho más inmediatas.
Las fuentes reconocieron, en cualquier caso, que su país está atado por su abultada deuda y por su déficit desbocado, de cara a recurrir a la nueva flexibilidad de las reglas del Pacto de Estabilidad autorizada por la Comisión Europea.
El problema para Francia es que su deuda, que ha superado ya los tres billones de euros, representaba el 113,7 % del producto interior bruto (PIB) en el tercer trimestre de 2024 (último dato oficial disponible) y el déficit el pasado año sobrepasó el 6 % del PIB, muy por encima del 3 % que fija como límite el Pacto de Estabilidad.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha excluido una subida de impuestos para afrontar el aumento del gasto en defensa de Francia, que es el segundo mayor exportador mundial de armamento, muy por detrás de Estados Unidos.