El líder de la CDU, Friedrich Merz, durante un pleno en el Bundestag en Berlín, Alemania, este jueves. EFE/EPA/CLEMENS BILAN

Merz promete dinero para el clima para aprobar los planes de gasto para defensa e infraestructura

Berlín (EuroEFE).- El líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y probable próximo canciller de Alemania, Friedrich Merz, propuso este jueves 50.000 millones de euros para inversiones en protección climática como guiño a Los Verdes para tratar de sacar adelante en el «viejo» Parlamento su plan de gasto en defensa e infraestructuras mediante reformas constitucionales.

«Tenemos que hacer algo ya para aumentar significativamente nuestra capacidad de defensa, y tenemos que hacerlo rápido y con una gran unidad en política exterior y de seguridad», dijo Merz en un pleno extraordinario en la Cámara Baja para debatir en primera lectura el plan pactado por conservadores y socialdemócratas, quienes negocian una coalición de Gobierno.

«La palabra disuasión debe respaldarse ahora de forma rápida y creíble con medios militares», enfatizó Merz al mencionar el discurso antieuropeo del vicepresidente de EE.UU, JD Vance, en Múnich, el desencuentro del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la Casa Blanca, la guerra rusa en Ucrania, los ataques constantes contra las infraestructuras y los sobrevuelos de drones sobre los cuarteles germanos.

Urgencia doble

Alemania debe, con independencia de la composición de la Cámara Baja, ser capaz de defenderse y de «regresar al escenario internacional» como socio fiable en Europa, la OTAN y el mundo, recalcó Merz, quien aludió así a otra urgencia, pero suya y de los socialdemócratas.

El nuevo Parlamento se constituirá el próximo día 25 y en él estos dos partidos tendrán más difícil sacar adelante unas medidas que requieren una mayoría de dos tercios.

En la nueva Cámara Baja los conservadores de Merz y los socialdemócratas necesitarían ya no sólo a Los Verdes -como es el caso ahora-, sino también a La Izquierda o la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), a cuyo apoyo se descarta recurrir.

La Izquierda estaría dispuesta a entablar conversaciones sobre la supresión o la reforma del freno de la deuda, que limita actualmente el endeudamiento del Estado alemán al 0,35 % del PIB al año, pero está en contra de aumentar drásticamente el gasto en defensa.

De ahí que Merz y los socialdemócratas cortejen a Los Verdes, a los que tienen que convencer en cinco días de apoyar su primer gran proyecto tras ganar las elecciones al pasar hoy ya a la Comisión Presupuestaria de la Cámara Baja y someterse a segunda y tercera lectura el próximo martes.

Reformar el freno de deuda

Los conservadores y el Partido Socialdemócrata (SPD) quieren reformar el freno de deuda para excluir del mismo el gasto en defensa que supere el 1 % del PIB y anclar en la Constitución un fondo especial de inversiones en infraestructuras de 500.000 millones de euros a lo largo de diez años.

«Se trata nada menos que de nuestra fortaleza, militar sí, pero también económica y social en la misma medida. Queremos que Alemania sea un país fuerte en una Europa fuerte», señaló el colíder socialdemócrata y jefe del grupo parlamentario Lars Klingbeil.

Lars Klingbeil pide una Alemania fuerte en Europa. En la imagen, El colíder socialdemócrata Lars Klingbeil durante un pleno en el  Bundestag en Berlín, Alemania, este jueves. EFE/EPA/CLEMENS BILAN
El colíder socialdemócrata Lars Klingbeil durante un pleno en el Bundestag en Berlín, Alemania, este jueves. EFE/EPA/CLEMENS BILAN

Katharina Dröge, colíder de Los Verdes, reiteró en el pleno el rechazo de su partido a unas medidas que, denunció, carecen de cualquier mención al clima y que, teme, servirán para que conservadores y socialdemócratas «financien rebajas fiscales».

El compromiso

Pero Merz había acudido al pleno con una propuesta registrada poco antes en el Parlamento.

«Hemos completado la propuesta con un fondo especial no sólo para inversiones en infraestructuras, sino también para inversiones en protección del clima», dijo el líder conservador, quien explicó que con ese cambio de nombre serán posibles «transferencias de hasta 50.000 millones de euros (…) al fondo especial del Fondo para el Clima y la Transformación».

Dröge le replicó que el partido no quiere «una protección del clima que solo exista en un papel y luego no quede «ni un solo euro» para inversiones en este capítulo, como ha ocurrido en el pasado, por lo que abogó por «hacer las cosas bien».

La ecologista señaló que Los Verdes están dispuestos a negociar una reforma del freno de deuda para aumentar el gasto en defensa, pero se niegan a vincular este capítulo con el de la infraestructura.

La colíder de AfD, Alice Weidel, cuyo partido será la primera fuerza de la oposición en el nuevo Parlamento, recalcó que Alemania necesita más defensa, «pero no una regadera de deuda».

Si se quiere disponer de más dinero, arguyó, se deben «eliminar todos los incentivos a la inmigración en los sistemas sociales», acabar con «la inmigración ilegal cerrando las fronteras» y poner fin a «las horrendas subvenciones para la protección del clima».

Su partido, La Izquierda y la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), así como diputados a título individual han recurrido ante el Tribunal Constitucional el pleno extraordinario, ya sea porque consideran ilegítimo que aborde las reformas el «viejo «Bundestag» o porque creen que hay insuficiente tiempo para estudiarlas.