Madrid (EuroEFE).- La vicepresidenta de Transición Limpia de la Comisión Europea, la española Teresa Ribera, ha señalado que Europa no se puede quedar parada ni sin hacer nada ante la escalada de la guerra comercial tras los últimos aranceles anunciados por el presidente de EEUU, Donald Trump.
«Europa no se puede quedar parada, ni sin hacer nada. Evidentemente, evaluaremos las medidas concretas que se propongan y reaccionaremos», ha dicho Ribera este viernes a los medios antes de una intervención en el Nueva Economía Fórum.
En este sentido, ha señalado que la UE cuenta con los principios conforme a las reglas del comercio internacional y a su propio derecho, con la posibilidad de adoptar medidas recíprocas.
«Hay una preocupación seria, es algo que perjudica a todas las empresas y a todos los consumidores», ha dicho Ribera.
Asimismo, ha señalado que «evidentemente, el dificultar el progreso de la industria del automóvil en Europa y en Estados Unidos no beneficia a la industria de Europa, ni a la de Estados Unidos. Creo que es una torpeza desde el punto de vista económico y evidentemente es una mala noticia».
Europa debe «espabilar»
Por otro lado, Ribera aseguró este jueves que Europa «tiene que espabilar» y ha resaltó la importancia para ello del nuevo ‘Pacto por una Industria limpia’, que incluye unos objetivos energéticos que son «más claves todavía».
En un acto junto al ex ministro y ex secretario general de la OTAN Javier Solana en Esade Madrid, Ribera aseguró que estos retos «ya importantes cuando se identificaron» hace meses en la Brújula de la Competitividad ahora «son todavía más imprescindibles», tras la incertidumbre provocada por la istración Trump.
La vicepresidenta @Teresaribera de la @ComisionEuropea presenta en España el #CleanIndustrialDeal en Esade Madrid, destacando su papel clave para acelerar la transición energética y reindustrializar Europa con criterios verdes. 🇪🇸🌿#GlobalEnergyMeeting #CleanIndustrialDeal pic.twitter.com/fOe5KrYLH5
— EsadeGeo (@EsadeGeo) March 27, 2025
Por ello, Ribera afirmó que la sociedad europea debe ser consciente de que «lo que se ha vivido en las últimas décadas en Europa es extraordinario», pero que si se quiere seguir viviendo así en innovación y calidad de vida, se deben «defender valores, pero también modernizar el modelo productivo«.
Los vectores más importantes para una mayor competitividad, a su juicio, son los vinculados a los objetivos verdes, a la descarbonización y a la reducción de carga contaminante.
Para ello, hay que «recuperar» y «no ceder al chantaje de las materias primas», pues si Europa no quiere aceptar la foto del informe Draghi que advierte de un lento declive, para eso se necesita innovación y generación de riqueza, que se logrará a través de la producción y la reutilización de este tipo de materias y también de la energía limpia, según Ribera.
Ex vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ex ministra para la Transición Energética, Ribera apuntó que este pacto europeo contempla medidas para «recuperar el ‘estar a la moda'», porque Europa ha «pasado de moda» y ya no es «el destino preferido para realizar inversiones».
No obstante, reivindicó que el objetivo es volver a estarlo y, para ello, «Alemania ha roto el tabú del exceso de déficit», mientras Europa quiere «apostar por su industria y por seguir levantando las barreras de mercado fragmentado, que dificultaba beneficios y aumentaba costes a las empresas».
Profundizar en el proyecto europeo
Para Ribera, ésta debe ser «la década en la que el proyecto europeo profundice de verdad» e incorpore la seguridad con una perspectiva amplia, «con la energía como elemento de fuerte atención».
«Ahora mismo, hay que elegir si el caos y la agresión, o la cooperación. O vuelve el imperialismo (en referencia a Donald Trump), que apunta maneras, o preservar un sistema multilateral, porque hay mucha más gente que Estados Unidos», aseveró.
La vicepresidenta ejecutiva remarcó que el mundo «es mucho más que Estados Unidos, China o Rusia», aunque alertó de que no deben ser «ingenuos» con China, pero en cualquier caso, Europa «no se puede dormir».