Bruselas (EuroEFE).- El Consejo de la UE aprobó este martes más sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania, al considerar que Moscú sigue sin querer la paz tras la llamada del lunes entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin.
El decimoséptimo paquete de sanciones contra Rusia desde el inicio de la guerra vuelve a tener como objetivo a los barcos de la llamada “flota fantasma”, que clandestinamente ayudan a eludir las restricciones contra el petróleo ruso.
Los ministros también aprobaron sanciones no relacionadas con la guerra en Ucrania, que buscan castigar la represión de la oposición en Rusia, la desestabilización de países europeos o sus vecinos y el uso de armas químicas.
«Cuanto más tiempo sostenga Rusia la guerra, más dura será nuestra respuesta«, indicó en las redes sociales la jefa de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas.
Kallas adelantó que se están debatiendo aún más sanciones, posiblemente en el sector de la energía, y que no hay alternativa a seguir presionando a Rusia porque está claro que no quiere la paz.
“Hemos visto claramente en la llamada de ayer que no están de acuerdo (con la paz). Y, por supuesto, somos democracias. Lleva tiempo, y es difícil, cada vez más difícil. Pero no creo que tengamos elección. Tenemos que presionar más”, indicó Kallas ante la prensa a su llegada al Consejo de la UE, donde se reúnen los ministros comunitarios de Defensa y de Exteriores.
La jefa de la diplomacia de la UE recordó que “todos estamos de acuerdo y hemos dicho, y también hemos escuchado declaraciones de Estados Unidos, que si (los rusos) no están de acuerdo con el alto el fuego incondicional, como Ucrania ha acordado hace más de 60 días, habrá una acción fuerte”.
“Y eso es lo que queremos ver de todas las partes”, dijo, al tiempo que insistió en que la UE “presionará más” a Moscú si no acepta ese alto el fuego incondicional.
Kallas adelantó que siguen trabajando en otro paquete más, y que está sobre la mesa la posibilidad de sanciones en relación con el tope del precio del petróleo ruso, la energía o el sector bancario, medidas que “perjudicarán a la economía de Rusia”.
Añadió que “el efecto de las sanciones será aún mayor en los próximos meses” en Rusia, pero recalcó que es necesario que Estados Unidos también presione: «Necesitamos a todo el mundo a bordo«, dijo.
Trump concluyó el lunes sin un compromiso de paz las llamadas telefónicas que mantuvo de forma separada con sus homólogos de Rusia y Ucrania, Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, pero dijo haber conseguido la promesa de ambos de iniciar «de inmediato» negociaciones para una tregua y el fin de la guerra.
Al finalizar la conversación con Putin, Trump transmitió el contenido de la llamada tanto a Zelenski como a Von der Leyen; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el presidente francés, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Friedrich Merz, y presidente finlandés, Alexander Stubb.
Escepticismo ante las intenciones de Rusia
La actitud de Putin en la conversación con Trump tampoco convenció al ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, quien dijo que de momento solo hay «declaraciones de intenciones«, por lo que es obvio que el mandatario ruso «juega a ganar tiempo«, y abogó por cortar aún más los ingresos rusos procedentes de sus ventas de gas y petróleo.
Mientras, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, advirtió sobre cualquier “falsa negociación de paz” o “falsos ofrecimientos” de alto el fuego por parte de Rusia, que consideró una táctica para ganar tiempo.
Albares dijo que «ojalá sea verdad» que Rusia está dispuesta a iniciar negociaciones, como opinó Trump tras su llamada con Putin, pero instó a «estar seguros de que todos damos el mismo contenido a la palabra paz”.
«Tiene que ser una paz justa, una paz que respete los principios de la Carta de las Naciones Unidas de soberanía, integridad territorial, libertad y democracia de Ucrania”, indicó.

El impacto de las medidas
Las nuevas sanciones incluyen a 189 barcos de la llamada “flota fantasma”, lo que eleva a 342 el total de buques de terceros países golpeados por transportar petróleo ruso mientras realizan prácticas de navegación irregulares y de alto riesgo, o por apoyar al sector energético de Rusia.
Además, la UE sancionó a la petrolera Surgutneftegaz e impuso restricciones al ecosistema empresarial que permite el funcionamiento de la «flota fantasma», que incluye compañías navieras responsables del transporte de crudo y productos petrolíferos de Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Hong Kong.
Desde que la UE introdujo el tope del precio del petróleo ruso y sanciones a la «flota fantasma», los ingresos rusos relacionados han disminuido en 38.000 millones de euros, según el Consejo, que calcula que en marzo fueron un 13,7 % inferiores a los del mismo mes de 2023 y un 20,3 % menos que los de marzo de 2022.
La UE también sancionó a más de 45 empresas y particulares rusos que suministran al ejército ruso drones, armas, municiones, material militar, componentes críticos y apoyo logístico.
Asimismo, extendió su punto de mira a los facilitadores industriales, al sancionar a tres entidades chinas, una bielorrusa y una israelí que suministran componentes críticos al ejército ruso, incluso para la producción de drones.
La UE también introdujo nuevas restricciones a las exportaciones de bienes que contribuyen a la mejora militar y tecnológica de Rusia, al desarrollo de su sector de defensa y seguridad, al desarrollo o la producción de sus sistemas militares, incluidos los precursores químicos de materiales energéticos y las piezas de repuesto para maquinaria.
Las nuevas sanciones también se centran en el saqueo del patrimonio cultural en Crimea y la explotación ilegal de la producción agrícola ucraniana, y en total elevan a 2.400 el número de personas y entidades sancionadas por socavar la integridad territorial de Ucrania.
Sanciones por influencia electoral en Alemania y Estonia
En paralelo, los ministros aprobaron sanciones contra 28 personas que forman parte de la judicatura rusa, como jueces o fiscales, implicados en la «fabricación de las causas contra diversos activistas», como el fallecido opositor Alexéi Navalni.
Por llevar a cabo actividades desestabilizadoras quedaron sancionadas 21 personas y seis entidades, como el expolítico y empresario ucraniano Viktor Medvedchuk y sus asociados, que controlaban medios de comunicación ucranianos y los utilizaban para difundir propaganda prorrusa en Ucrania.
También se ha apuntado a agentes de la inteligencia rusa que trataron de socavar las elecciones en Estonia y a blogueros y empresas de comunicación que hicieron lo propio en Alemania.
Entre las empresas listadas por este motivo se encuentran el medio checo prorruso Voice of Europe; dos empresas pesqueras que han llevado a cabo misiones de espionaje y sabotaje en infraestructura crítica, incluidos cables submarinos, y un servicio de alojamiento web que facilitaba las actividades desestabilizadoras, entre otras.
Por último, la UE sumó también tres entidades más a su lista de sancionados por el uso y el desarrollo de armas químicas, en este caso tres órganos pertenecientes a las Fuerzas Armadas rusas.
Zelenski confía en sanciones energéticas
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, agradeció la aprobación del paquete de sanciones en una conversación este martes por teléfono con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Y defendió que la UE apruebe en el futuro otro paquete adicional de sanciones contra Rusia que vaya dirigido al sector del petróleo, a las infraestructuras comerciales energéticas, a los bancos y al sector financiero.
“Estos campos son los que más afectan a Rusia y por tanto los que más contribuyen a la paz”, dijo el presidente ucraniano, que dio las gracias “a todos los que abogan por sanciones más duras” y toman decisiones en esa línea.
La ayuda militar a Kiev

Los ministros de Defensa de la UE también abordaron este martes el continuado apoyo a Ucrania, incluida la iniciativa de la jefa de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas, de proporcionar a Kiev 2 millones de municiones de artillería este año.
«Alemania hará una contribución significativa a ello», prometió el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, en declaraciones a la prensa.
Hungría sigue bloqueando más ayuda militar para Kiev a través del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEAP), pero la UE continúa su apoyo canalizando miles de millones de euros resultantes de los beneficios extraordinarios que generan los activos rusos inmovilizados por las sanciones (en abril, la entrega ascendió a cerca de 2.000 millones).
Ucrania emplea ese dinero en la adquisición de munición de artillería, defensa aérea y también para desarrollar su propia industria militar.
El debate sobre el 5 % en defensa
Preguntado por cómo Alemania podría llegar a gastar el 5 % del PIB en defensa, Pistorius aseguró que el plan no es llegar a ese nivel en un solo año, sino entre cinco o siete años incrementando el presupuesto militar un 0,2 % al año.
Por su parte, la ministra española de Defensa, Margarita Robles, aseguró a sus homólogos que «no procede» hablar de nuevos porcentajes diferentes al 2 % del PIB para el gasto en defensa, sino que lo «importante» es ver cuáles son las capacidades que se necesitan.
Robles recordó que España se ha comprometido a llegar a gastar el 2 % del producto interior bruto en defensa este 2025, y que eso ya «supone un esfuerzo muy importante de 10.471 millones de euros más, además de lo que está en el presupuesto de defensa».
En ese sentido, dijo que se cometería «un error» si se fija un porcentaje de gasto en defensa y «luego las industrias europeas no fueran capaces de abordar esa cantidad que resulta de ese incremento tan importante que es el que se pretende llevar a la cumbre de La Haya» de la OTAN.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quiere -según el Gobierno neerlandés- que esa meta de gasto llegue al 5 % en 2032, y el tema promete centrar la cumbre de líderes de la OTAN a finales de junio.