Por Guillermo Benavides
Pekín (EuroEFE).- China anunció este miércoles la extensión durante tres meses más de la investigación ‘antidumping’ sobre el brandy importado desde la Unión Europea (UE), que ahora concluirá el 5 de abril de 2025.
Según reportó el Ministerio de Comercio de China en un comunicado publicado en su página web, la decisión acerca de la investigación sobre el brandy europeo, iniciada el 5 de enero de 2024, responde a la «complejidad» del caso.
El proceso tenía como plazo original completarse en un año. Sin embargo, la normativa permite ampliaciones de hasta seis meses bajo circunstancias especiales.
En evaluaciones preliminares realizadas el pasado agosto, China determinó que las importaciones de brandy de la UE se realizan con márgenes de ‘dumping’ que oscilan entre el 30,6 % y el 39 %. Eso, a su juicio, constituye una amenaza significativa para la industria local.
Desde el 15 de noviembre de este año, como medida provisional, los importadores de brandy europeo deben presentar depósitos o cartas de garantía a las aduanas chinas, basados en los márgenes de ‘dumping’ establecidos.
El 18 de julio pasado, la cartera analizó los efectos industriales y el interés público relacionados con la importación de brandy europeo, reflejando el enfoque selectivo de Pekín en respuesta a los aranceles europeos.
Impacto limitado en España
Unos posibles aranceles sobre el brandy tendrían un impacto limitado en España. Las ventas de este licor al mercado chino representaron solo el 0,2 % del total de exportaciones españolas de bebidas espirituosas en 2023. Afectarían más a Francia, uno de los mayores vendedores de de brandy a China.
Sin embargo, China es el destino del 30 % del brandy español exportado, lo que podría afectar la estrategia de los productores nacionales en ese mercado.
Pekín ha lanzado otras investigaciones ‘antidumping’ en productos como lácteos y carne de cerdo procedentes de la UE. Este último sí es un sector clave para España y podría verse más afectado por la respuesta china a las fricciones comerciales con el bloque comunitario.
Tras nueve meses de investigación, Bruselas aumentó las tasas de aduana a los vehículos eléctricos de China. Lo hizo debido al apoyo que el Estado chino brinda a las empresas que fabrican esos automóviles. En octubre, el Consejo de la UE decidió mantener en vigor esos aranceles.
Francia consideró que la propuesta de la Comisión Europea de aumentar esos aranceles a los eléctricos chinos es «proporcionada y calibrada». Una postura que difiere de la de Alemania, que votó en contra de la decisión en octubre, mientras que España se abstuvo junto a otros once países.
Editado por Lucía Leal