Bruselas/Madrid (EuroEFE).- Tras una semana marcada por el fin del programa de verificación de datos de Meta en Estados Unidos y el espaldarazo del magnate Elon Musk a figuras de extrema derecha en la UE, Bruselas ha dejado claro que defenderá un entorno digital «seguro y justo».
Aunque el cambio anunciado por la matriz de Facebook, Instagram y Whatsapp sólo afecta de momento a Estados Unidos, Meta ya ha dado una primera señal de que también le gustaría suspender el sistema de verificación de datos tal y como funciona actualmente en la Unión Europea (UE).
La propuesta de Meta a Bruselas
Según fuentes comunitarias, la empresa de Mark Zuckerberg ha remitido a la Comisión Europea una evaluación de riesgos para que la institución comunitaria valore si una suspensión de la verificación por parte de terceros en la UE cumpliría o no con la legislación comunitaria de servicios digitales.
Bruselas está analizando ya ese documento sin un calendario concreto para pronunciarse, y aunque ha dejado claro que considera a los verificadores acreditados «un modo efectivo para mitigar riesgos sistémicos», tampoco ha cerrado la puerta a aceptar otras opciones, siempre que sean igual de eficaces.
«Nuestra tarea es asegurarnos de que se respeten los derechos de los ciudadanos europeos y se cumpla nuestra legislación. Esto garantiza la igualdad de condiciones y un entorno en línea seguro para todos», afirmó este sábado la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea responsable la soberanía tecnológica, la seguridad y la democracia, Henna Virkkunen.
Las plataformas de redes sociales «desempeñan un papel importante en la vida cotidiana de las personas» y «también tienen una enorme importancia e influencia social y económica«, recalcó la política finlandesa en un mensaje publicado en X.
Por eso, subrayó, Europa quiere crear «un entorno digital que sea seguro y justo«.
Una ley clave en la UE

La Comisión Europea ya dejó claro el martes que Meta deberá cumplir en territorio comunitario con la Ley de Servicios Digitales (DSA), que desde 2023 obliga a las grandes plataformas de internet a moderar sus contenidos y a informar a Bruselas sobre las medidas que toman para preservar los derechos fundamentales o los procesos electorales.
Esa ley prevé multas de hasta el 6 % de la facturación mundial anual de las compañías que no cumplan con la normativa y, en último término, Bruselas podría prohibir su presencia en la UE.
La decisión de Meta de sustituir los verificadores profesionales por «notas de comunidad» de los propios s, un sistema similar al de la red social X que controla Elon Musk, ha indignado entre otras a la Federación Internacional de Periodistas (FIP), que cree que eso dañará la calidad de la información y abre la puerta a la «desinformación generalizada» y los «discursos de odio».
También ha condenado la medida la Red Europea de Estándares de Verificación de Datos (EFCSN por sus siglas en inglés), que esta semana instó a la Unión Europea a «mantenerse fuerte ante la presión política y no ceder en sus esfuerzos por detener la difusión de información errónea y la desinformación» en las grandes plataformas digitales.
«Esto parece más un movimiento motivado políticamente por la istración entrante de Donald Trump en Estados Unidos que una decisión basada en evidencias», señaló la presidenta de la EFCSN, Clara Jiménez Cruz, en un comunicado divulgado por la entidad el martes.
La interferencia de Musk
Precisamente a Trump lanzaron el pasado jueves un inusual mensaje coordinado en sus redes sociales tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
Ambos advirtieron que el bloque comunitario «siempre protegerá a sus ciudadanos y la integridad de sus democracias y libertades».
Aunque no se refirieron explícitamente a ello, su mensaje llegó después de que Elon Musk, aliado de Trump y propietario de X, hiciera varios pronunciamientos en favor de populistas de derecha y extrema derecha en el Reino Unido y en la UE.
La influencia del hombre más rico del mundo se ha hecho notar particularmente en Alemania, donde Musk ha respaldado a la ultraderechista Alternativa para Alemania (Afd), segunda fuerza en las encuestas para las elecciones del 23 de febrero.
Inquietud en las capitales
La Comisión Europea dejó claro el martes que, por ahora, prefiere no hacer valoraciones políticas sobre las posiciones de Musk sobre las próximas elecciones alemanas, para «no alimentar aún más ese debate».
Pero las capitales más importantes del bloque están lejos de guardar silencio: el Gobierno alemán ha acusado a Musk de intentar interferir en el proceso electoral alemán, mientras que Francia ha pedido a Bruselas actuar «de forma mucho más vigorosa» para aplicar la normativa sobre las redes sociales contra las injerencias de Musk.
«Si la Comisión Europea no sabe protegernos contra esas injerencias o esas amenazas de injerencias, tiene que dar a los Estados , a Francia, la capacidad para protegerse por sí misma», subrayó el pasado miércoles el ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, en una entrevista a la emisora Inter.
La alarma sobre la actitud de Musk ha llegado hasta tal punto que en Dinamarca, los partidos que forman el Gobierno de coalición plantearon este domingo la necesidad de endurecer la ley electoral para proteger los comicios frente a la influencia de agentes extranjeros.
Editado por Lucía Leal, con información de Catalina Guerrero desde Bruselas y de las delegaciones de EFE en París y Berlín