El director del Instituto del Recuerdo Nacional (IPN) y candidato a las elecciones presidenciales de 2025, Karol Nawrocki, durante la «Gran Marcha por Polonia» en Varsovia, Polonia. EFE/EPA/Piotr Nowak

Trzaskowski y Nawrocki llevan a la calle su duelo en las elecciones presidenciales polacas

Cracovia (Polonia) (EFE).- Las calles de la capital polaca fueron escenario este domingo de dos grandes movilizaciones convocadas por los dos candidatos que se enfrentarán en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales polacas del próximo 1 de junio: el liberal Rafał Trzaskowski y el conservador Karol Nawrocki.

En una jornada histórica, pues era la primera vez desde 1989 que dos marchas simultáneas de candidatos presidenciales rivales tenían lugar en la misma ciudad, los dos contendientes trataron, con estos actos, de atraer al pequeño porcentaje de indecisos -un 6 %, según una encuesta del sábado- y robar apoyos al rival con mensajes que sonaron similares, pues ambos apelaron al patriotismo y al interés nacional polaco.

La llamada «Gran Marcha de los Patriotas», organizada por Trzaskowski y la coalición del Gobierno, de la que forma parte el liberal, partió a mediodía del centro de Varsovia para desembocar en la emblemática Plaza de la Constitución.

Por su parte, Nawrocki y el principal partido de la oposición, el conservador Ley y Justicia (PiS), convocaron una «Marcha por Polonia» que finalizó su recorrido en la Plaza del Castillo presidencial, otro enclave lleno de simbolismo.

El alcalde de Varsovia y candidato de la Coalición Cívica a las elecciones presidenciales polacas, Rafal Trzaskowski, y su esposa, Malgorzata Trzaskowska, asisten a la «Gran Marcha de los Patriotas» en Varsovia, Polonia. EFE/EPA/Leszek Szymanski

Duelo de cifras

Las estimaciones de participación en estas manifestaciones varían según la fuente y, de acuerdo con el medio Onet, Nawrocki estuvo acompañado por unas 20.000 personas, a las que se unieron otras 50.000 en la Plaza del Castillo, con un total de 70.000 asistentes, muy lejos de los 200.000 que citaron las fuentes del PiS.

El mismo medio, usando telemetría y mediciones desde un helicóptero, calculó en unos 130.000 los simpatizantes de Trzaskowski congregados este domingo, una cifra cercana a la de 140.000 proporcionada por la policía municipal, pero menor al medio millón que comentó el primer ministro Donald Tusk en redes sociales.

Tusk arropó este domingo a ‘su’ candidato, que también contó con el apoyo del ministro de Defensa, Władysław Kosiniak-Kamysz, el presidente del Parlamento, Szymon Hołownia, además del nuevo presidente electo de Rumanía, Nicușor Dan.

El director del Instituto del Recuerdo Nacional y candidato a las elecciones presidenciales de 2025, Karol Nawrocki, habla durante la «Gran Marcha por Polonia» en Varsovia, Polonia. EFE/EPA/Piotr Nowak

Un liberal con «respeto» para todos

Trzaskowski, al tomar la palabra en el momento álgido de su manifestación, dijo que la elección presidencial «no es un ‘casting’ de personajes», pues se trata «del camino que seguiremos juntos», y enfatizó que la decisión que se tome el 1 de junio «no tendrá vuelta atrás».

Para contrarrestar el atractivo nacionalista de su rival y como un guiño velado al electorado ultranacionalista, que sumó más de un 20 % de los apoyos en la primera vuelta, Trzaskowski afirmó que «todos cabemos bajo la bandera blanquirroja» e hizo un alegato por el «respeto hacia todos».

Trzaskowski se comprometió a ser un «presidente que una» y dispuesto a hablar con todos, incluido el líder ultranacionalista Sławomir Mentzen, con quien mantuvo el sábado una entrevista en YouTube.

«Puedo mantener una conversación normal incluso con alguien con quien difiero en muchas cosas», dijo Trzaskowski.

El candidato liberal se refirió también a la pasada militancia de su rival en bandas violentas de fútbol y le llamó «un matón que no puede ser presidente».

Retomando el mensaje aspiracional al que Tusk recurre para resaltar el progreso económico que se ha logrado bajo sus gobiernos, Trzaskowski prometió «superar a los países más fuertes de Europa» en bienestar.

También en sintonía con las medidas de Tusk contra los de sus predecesores en el Gobierno, Trzaskowski prometió «hacer rendir cuentas a todos los que robaron, violaron la ley» y a hacerlo «con toda la impaciencia que sé que sienten ustedes».

Nawrocki quiere ser la voz de los ignorados

Al igual que Nawrocki, Trzaskowski se dirigió a sus simpatizantes para decirles que no falten a la cita del próximo domingo, como a los indecisos, para que tomen parte en una jornada crucial para el futuro del país.

Nawrocki, como hizo en sus anteriores comparecencias públicas, se presentó como «la voz de los ciudadanos comunes que normalmente no se escucha» y «un polaco que entiende los problemas de la vida cotidiana».

El conservador reafirmó su compromiso de no firmar nunca un aumento de la edad de jubilación para mujeres y hombres, así como de mantener las llamadas «mensualidades 13 y 14» (dos pagas extras cada año), y prometió no eliminar el subsidio de 180 euros mensuales por cada hijo menor de edad.

Además, recordó su oposición al Pacto Verde de Bruselas y a los acuerdos de la Unión Europea con los países del Mercosur y defendió su idea de una Polonia segura, «sin inmigrantes ilegales, con las fronteras selladas».

Con referencias a los héroes polacos de la Segunda Guerra Mundial, Nawrocki pidió el voto a los jóvenes y prometió «escucharles, no gritarles» y acompañarles en una «revolución cultural» basada en los valores europeos tradicionales, el catolicismo y la autonomía nacional.