Las elecciones del próximo 28 de mayo supondrán la renovación de la Asamblea de Extremadura, comunidad autónoma en la que el PSOE ha gobernado en nueve de diez legislaturas. El Partido Socialista y el PP aspiran a la victoria en unos comicios que dirimirán la pujanza de Vox en el territorio, la capacidad de supervivencia de Cs, la resistencia de la izquierda que representan Podemos e IU y el factor sorpresa de formaciones regionalistas.
A continuación, algunos datos:
Sistema electoral
Un total de 889.549 electores (incluidos los que no residen en España) están llamados a las urnas para elegir a los 65 diputados y diputadas de la Asamblea de Extremadura.
El decreto de la convocatoria electoral fija el número de escaños que aporta cada una de las dos circunscripciones extremeñas en función de su población: 36 provendrán de Badajoz y 29 de Cáceres.
El escrutinio tendrá en cuenta una serie de reglas, entre ellas que para entrar en la Asamblea es necesario superar el 5% de los votos válidos emitidos.

Resultados de 2019 y expectativas para el 28M
El PSOE, encabezado por Guillermo Fernández Vara, ganó las pasadas elecciones de 2019 y logró 34 escaños, uno por encima de la mayoría absoluta. El PP quedó segundo con 20 diputados/as. Cs llegó a siete y Podemos, a cuatro.
En las elecciones del 28 de mayo, Vara intentará revalidar la mayoría absoluta, mientras que el PP, que estrena candidata, María Guardiola, maneja unas expectativas favorables.
Vox tiene la oportunidad de entrar por primera vez en la Asamblea en detrimento de Cs, que pugna por su supervivencia parlamentaria. Unidas por Extremadura (alianza de Podemos e IU) aspira a mantener la representación de hace cuatro años para ser decisiva en la formación del futuro Gobierno.

El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), publicado el pasado 11 de mayo, situó a Vara como ganador, pero sin mayoría absoluta, lo que giraría el foco a Unidas por Extremadura. Su apoyo sería imprescindible para que el PSOE conserve la Junta.
El PP, de acuerdo con el sondeo, se colocaría con entre 24 y 26 escaños, y dependería de Vox para dar un vuelco político a una comunidad cuyos ciudadanos han optado tradicionalmente por gobiernos socialistas.