Badajoz (EFE).- Este sábado cumpliría 100 años José Salazar “Porrina de Badajoz” (1924-1977), uno de los grandes de la historia del flamenco, que buscaba la innovación constante, tenía «una voz que gustaba tanto a los aficionados del flamenco como a los que no lo eran” y que inició una saga familiar de artistas en la que están, entre otros, Los Chunguitos o Azúcar Moreno.
El flamencólogo Francisco Zambrano, el mayor experto en la vida, trayectoria y discografía de “Porrina de Badajoz”, ha explicado, en una entrevista con EFE, que su voz «tenía una gran musicalidad y melodía y una afinación casi perfecta, a lo que añadía una gran velocidad a la hora de cambiar de registro”.
Aunque era analfabeto, «tenía una cabeza de oro, con una gran intuición, personalidad y seguridad en sí mismo», que le hizo crear su propio personaje: el “Marqués de Porrina”, con el que lograría ser “inconfundible”.
Francisco Zambrano ha asegurado que a estas cualidades, Porrina de Badajoz le añadía “su forma de vestir extravagante, pero elegante al mismo tiempo, con unos colores chillones que llamaban la atención», a lo que unía su dos grandes distintivos, como eran las gafa negras y el clavel.
A su juicio, el cantaor pacense llevó una vida y una trayectoria artística que siempre entendió “a su manera, como Frank Sinatra”, una filosofía que incluso reflejó en uno de sus fandangos: “el hombre despreocupado no es que no tenga sentío, es que vive a su manera y aunque viva equivocado es feliz hasta que muera”.
Su valía en las tablas y su personalidad llamaron la atención de referentes musicales internacionales como la fadista Amalia Rodrigues, de quien se dice visitó la estatua que Badajoz dedicó al artista extremeño, una vez fallecido, para echarse a llorar.
Para Zambrano, si su trayectoria coincidiese con los momentos actuales, seguiría siendo «un avanzado de su tiempo», pues “todos los genios son heterodoxos… y Porrina de Badajoz era un genio”.

Embajador de Extremadura
Francisco Zambrano también ha puesto de manifiesto la importancia «capital» que Porrina de Badajoz ha tenido como «embajador» de los cantes flamencos propios de Extremadura, ya que «gracias a él se conoció que había cantes autóctonos».
No obstante, está convencido de que “si Porrina hubiera nacido en Jerez de la Frontera habría sido el remate», ya que siendo de una zona a la que no se le atribuía nada en aquellos tiempos en lo relativo al cante y sin antecedentes cantaores «se plantó en Madrid y en unos pocos meses logró ser una de las primeras figuras nacionales».
Pero la iración que “Porrina de Badajoz” genera va muchos kilómetros más allá, incluso a la lejana Japón, como explica el reconocido bailaor extremeño Jesús Ortega, país donde una de las pioneras niponas del flamenco le confesó la iración que sentía por el cantaor pacense.
Flamenco extremeño
“De Porrina se habla en todo el mundo tanto como se hace aquí en Badajoz”, ha dicho Ortega a EFE, además de destacar la «buena salud» que tiene en la actualidad el flamenco extremeño, algo en lo que cree que «Porrina» fue clave.
Por ello, el Centro Internacional de Flamenco con el que contará Badajoz en próximas fechas dispondrá de un espacio en recuerdo del “Porrina”, a través de material inédito cedido por el flamencólogo Francisco Zambrano.
Para celebrar el centenario de este cantaor diferente, referente del flamenco nacional, que murió a los 57 años, durante 2024 se celebrarán multitud de actividades, en las que se han implicado el ayuntamiento de Badajoz, la Diputación de Badajoz y la Junta de Extremadura.