La Asamblea de Extremadura ha aprobado este viernes el primer presupuesto regional del Ejecutivo de María Guardiola, que ha salido adelante con los único votos de los socios de gobierno, PP y Vox, que no han aceptado ni una de las 901 enmiendas parciales presentadas por la oposición a las cuentas.
De este modo, los presupuestos autonómicos, que ascienden a 8.127 millones de euros, un 4,4 por ciento más que este ejercicio, se mantienen sin cambio alguno.
Se trata de los presupuestos más altos de la historia de Extremadura y elaborados con «rigor», de la mano de lo extremeños y «con urgencia porque el estado de la región era crítico», ha explicado con posterioridad al pleno de debate la consejera de Hacienda, Elena Manzano.
Ha insistido en que los recursos se destinarán a lo «verdaderamente importante», aquello que han expresado los extremeños en el proceso de escucha «Habla Extremadura» desarrollado por el PP antes de las pasadas elecciones autonómicas.
Asimismo, resaltado que se destinan siete de cada diez euros a políticas sociales, mientras que con las económicas se seguirá impulsando el crecimiento de la región «para que los extremeños no tengan que salir a otros territorios».
Reacciones políticas
Para el portavoz popular, José Ángel Sánchez Juliá, se trata de «un presupuesto hecho por y para los extremeños, no por y para los grupos parlamentarios». «Son los más altos de la historia de la región y, además, le bajan los impuestos a todos los extremeños», ha agregado en rueda de prensa.
Sánchez Juliá ha acusado a PSOE y Unidas de «mirar el cortoplacismo» con sus iniciativas y de tratar de «colgarse la banderita» con la aprobación de alguna enmienda, y de poner «palos en la rueda». «El futuro que le espera a esta región es un futuro próspero», gracias a las primeras cuentas elaboradas por el Ejecutivo de coalición de Guardiola, al que ha definido como «un gobierno sólido, moderado, que tiene el foco puesto en los verdaderos problemas de Extremadura y que no se va a enredar en pequeñas batallitas».
Por contra, el diputado socialista Juan Ramón Ferreira ha lamentado que las cuentas autonómicas para 2024 «no son ni las del diálogo ni las del consenso», son las del «veto», la «falta de transparencia» y el «rodillo de la derecha y la ultraderecha» que no ha aprobado ninguna enmienda de los partidos de la oposición.
Las enmiendas socialistas, todas rechazadas, venían a mejorar unos presupuestos, según el diputado, «poco ambiciosos, llenos de mentiras y de recortes y que solo benefician a las rentas más altas bajando sus impuestos», mientras rechazan aumentar las inversiones en servicios públicos, infraestructuras y políticas activas de empleo.
Desde Vox, su portavoz, Óscar Arturo Fernández, ha afirmado que las críticas de la oposición (PSOE y Unidas), «los sindicatos de clase» y los colectivos de cooperación internacional a los presupuestos regionales reflejan que son «unas excelentes cuentas».
«Con la frustración de los partidos que han llevado a Extremadura a ser la ultima región de España -en alusión al PSOE y Unidas por Extremadura- podemos decir que son unos presupuestos excelentes», ha agregado el diputado de Vox, quien ha agregado que PP y Vox, cuya coalición es «fuerte», están cambiando «el rumbo del devenir de Extremadura».
La portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, muy critica con «el sectarismo» de los populares por tumbar todas las enmiendas, ha pedido al PP que le facilite «un diccionario Guardiola-Castellano», ya que la presidenta regional dijo que nunca gobernaría con la extrema derecha, «y lo está haciendo», y que quería dialogo y consenso, «cosa que no ha habido en el pleno, que ha sido el más inútil en sus ocho años como diputada».
A su juicio, son «los presupuestos de la mentira», porque crecen de forma «espectacular» gracias a las políticas del Gobierno de coalición estatal, mientras aquí se les está «regalando» el dinero a los más ricos. EFE