Trujillo (Cáceres) (EFE).- La compañía estadounidense Diamond Foundry inicia la producción en su fábrica de diamantes sintéticos de Trujillo (Cáceres), primera de estas características en Europa, con la puesta en marcha en fase de pruebas de veinte reactores.
«Es una realidad, lo que dijimos hace cuatro años se ha cumplido» tras un esfuerzo «titánico» realizado en el último año, ha afirmado este viernes el presidente de la firma en España, Rafael Benjumea, en una rueda de prensa en las instalaciones de la planta acompañado por directivos de la empresa y responsables de la planta trujillana.
La primera fase será producción para joyería y aplicaciones industriales
La previsión es que en los próximos meses se inicie la producción real de diamantes, que en esta primera fase del proyecto se destinarán a joyería y aplicaciones industriales.
Posteriormente se dedicarán a otras aplicaciones ligadas al desarrollo tecnológico y la transición energética, como son la fabricación de chips para inteligencia artificial, la supercomputación y también el almacenamiento de datos.

Una inversión inicial de 275 millones, que se elevará a 675
Todo ello tras una inversión de 275 millones de euros en esta primera fase que se elevará a 675 cuando estén todas completadas, llegando entonces a producir cinco millones de quilates al año, tanto para compradores tradicionales de diamantes como para las industrias de semiconductores.
La segunda fábrica de diamantes sintéticos que la compañía pone en marcha -la primera está en Washington- cuenta con una nave industrial de seis mil metros cuadrados que alberga una zona dedicada a oficinas y una gran sala en la que se ubican los reactores de plasma.
Estos han sido diseñados para la producción de diamantes monocristalinos del tamaño de una oblea, que pueden ser una alternativa en la industria de semiconductores a otros recursos habituales, como silicio, dando respuesta a la demanda de sectores como las redes 5G y los vehículos eléctricos.
De momento, están funcionando una veintena en fase de pruebas pero, a finales de año, serán más de un centenar dentro de los plazos que maneja la empresa, que prevé concluir la primera de las tres fases de que consta el proyecto en 2026, según ha apuntado el director general de la compañía en España, Antonio Córdova.
Atracción de talento, con 42 trabajadores, que se espera lleguen a 150
La fábrica cuenta en la actualidad con una plantilla de 42 trabajadores, 36 de ellos extremeños, una condición que ha destacado Benjumea al poner en valor que muchos de ellos «han podido regresar a su tierra» tras años trabajando en otros puntos de España y también en el exterior.
A finales de este año serán entre 90 y 100 y a la conclusión de 2026 unos 150, ha detallado el director de la planta trujillana, Eugenio de Arriba, hasta llegar a los 300 directos previsto al término el proyecto.
Junto a los puestos de trabajo generados directamente por la puesta en marcha de la instalación, en la que se ha colaborado también con empresas extremeñas, en esta primera fase se han generado además otros trecientos indirectos en la zona, ha agregado De Arriba.
Energía límpia
El presidente de Diamond Foundry en España ha valorado además que el cien por cien de la energía que utiliza la fábrica -ahora con una potencia instalada de 30 MW y en un futuro de 80 MW- es renovable, en la actualidad comprada y en un futuro procedente de la planta fotovoltaica proyectada en la zona.
Sobre la necesidad de agua, ha informado de que se está trabajando con el Ayuntamiento de Trujillo y la comarca para utilizar agua procedente de depuradoras y no tener que recurrir, de este modo, a la de la red general.
Ubicada en el polígono trujillano de Arroyo Caballo, «esta fábrica está aquí para muchos años», «para fabricar componentes para todo el mundo», ha resaltado Benjumea.
«Es un mercado difícil pero nosotros somos muy eficientes y rentables», por lo que «la competencia no nos importa», ha manifestado Córdova al ser preguntado por la crisis de los precios del diamante