Imagen de la réplica del exvoto de Hernán Cortés entregada por historiadores mexicanos al monasterio de Guadalupe (Cáceres), la cual recuerda la reliquia que llevó el conquistador al citado monasterio en el siglo XVI en señal de agradecimiento a la Virgen de Guadalupe por haberle salvado la vida de la picadura de un escorpión. EFE/ Asociación Cultural Frente De Afirmación Hispanista (FAH) SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

El «escorpión» que picó a Hernán Cortés

Mérida, 5 may (EFE).- A mediados del siglo XVIII, en tiempos de la desamortización de Mendizabal, una joya relicario que Hernán Cortés llevó dos siglos antes al monasterio de Guadalupe (Cáceres) desapareció. Aquel exvoto, con el que el conquistador agradeció a la Virgen de Guadalupe haberle salvado la vida de la picadura de un escorpión, ha regresado al monasterio cacereño en forma de réplica.

Aquel agradecimiento por el milagro que obró en él la advocación mariana de Guadalupe se ha extrapolado estos días a la comunidad franciscana del monasterio tras recibir la réplica de manos de un equipo de historiadores mexicanos pertenecientes a la Asociación Cultural Frente de Afirmación Hispanista (FAH).

De esta manera, queda restaurado -a falta de hallar el original exvoto- un capítulo histórico que une México y Cáceres a través de un escorpión, cuya picadura llevó casi a la muerte a Hernán Cortés en tierras de la entonces Nueva España en el siglo XVI, como así lo narran y desglosan los historiadores de dicha asociación.

Historia

Sabedor del veneno letal que portaba el escorpión, el conquistador se encomendó a la Virgen de Guadalupe. Superados los efectos del veneno, Hernán Cortés mandó confeccionar una joya relicario que encerraba un escorpión, la cual llevó en 1528 al monasterio de Guadalupe (Cáceres) como agradecimiento y advocación mariana.

Dos siglos después, el exvoto desapareció y ahora, en el inicio del siglo XXI, historiadores y catedráticos de la Asociación Cultural Frente de Afirmación Hispanista (FAH) de México han traído desde el otro lado del Océano una réplica de escorpión tallado en plata y con incrustación de piedras preciosas mexicanas que ya reposa en Guadalupe. Además, en el interior del receptáculo del exvoto se ha introducido un escorpión disecado.

No obstante, el paradero del exvoto de Hernán Cortés «sigue siendo un misterio», un hecho «lamentable», a juicio de la historiadora mexicana y autora de la investigación documental que ha dado lugar a esta reconstrucción histórica, Sofía Velarde.

En su opinión, la joya no solo refiere a la devoción de Cortés hacia la Virgen de Guadalupe de Cáceres, sino también porque resulta «un testimonio valioso sobre los trabajos de orfebrería novohispana en un muy temprano periodo, más aún, habiendo sido elaborada en algún taller indígena, tal como mencionan los cronistas».

Copias

El custodio del monasterio de Guadalupe, fray Guillermo Cerrato, ha recibido este domingo la joya reliquia en un acto celebrado en el propio templo con presencia de los representantes de la FAH, quienes también harán entrega de dos copias menores del exvoto, una a la Casa Cultural ‘Fredo Arias de la Canal’, en Potes (Cantabria), y otra al Museo de Arte Virreinal de México.

A esta entrega han asistido, además de Velarde, la directora del Museo de Arte Virreinal de México y responsable de la fabricación de la réplica del escorpión por orfebres mexicanos, Alma Montero, y la catedrática de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Cantabria Lourdes Royano. EFE