Mérida/Badajoz (EFE).- El grupo de poesía de la Generación del 27, la narrativa española desde los años 60 hasta la actualidad y un texto de la novela «Tierra arrasada: un viaje por la violencia del paleolítico al siglo XXI», de Alfredo González Ruibal», ha abierto el calendario de Prueba de a la Universidad (PAU) extremeña.
La prueba de Lengua Castellana y Literatura en Extremadura es la primera de la PAU, que se prolongará hasta el 5 de juno
Los cerca de 5.540 estudiantes extremeños inscritos han tenido que responder a preguntas relacionados con las isotopías (campos semánticos), las modalidades predominantes en un texto y las funciones del lenguaje en el mismo, así como un análisis sintáctico de una oración.
Las notas, el 13 de junio
A partir del próximo 13 de junio se conocerán las notas de la nueva PAU, que este martes ha arrancado en Extremadura con un «cambio sustancial» respecto al año pasado y novedades como la inclusión de la competencialidad en los exámenes, para medir no solo la capacidad memorística, sino también el enfoque crítico y la resolución de problemas.
Trece sedes repartidas en 10 ciudades de la comunidad autónoma acogen los exámenes.
En declaraciones a los medios, la adjunta al rector para Estudiantes, Empleo y Movilidad de la Universidad de Extremadura (UEx), Rocío Blas, ha explicado que esta nueva PAU “se enfrenta con ilusión, pues aunque representa un cambio sustancial en ella se ha trabajado intensamente durante todo el curso”.
“La prueba se afronta con el nerviosismo propio de la incertidumbre de las primeras veces, pero con la tranquilidad de que el trabajo está hecho”, ha incidido.
Novedades
Entre las novedades de este año se encuentra la inclusión de la «competencialidad», en aras de homogeneizar el sistema educativo.
Rocío Blas ha recordado a su vez que a nivel nacional se ha buscado que el sistema fuera lo más “homogéneo” posible en aspectos como las fechas de los exámenes, los criterios ortográficos y en la inclusión entre un 20 y un 25 por ciento de ese carácter competencial.
En relación a si el examen es más difícil este año, la representante de la UEx ha dicho que “la dificultad siempre viene condicionada por muchos factores” para expresar, no obstante, que no considera que este 2025 “sea más complicado, pues se ha trabajado en este tipo de ejercicios desde que se publicaron los modelos, y Extremadura fue en este sentido la primera comunidad autónoma que los publicó”.
“La dificultad quizá haya sido mayor para el profesorado, pues debía adaptarse a una serie de preguntas diferentes, pero han trabajado en esa adaptación durante todo el curso”, ha dicho.
Notas de corte
Hasta el 13 de junio, fecha a partir de la cual se conocerán los resultados de los exámenes, no se sabrán las notas de corte para optar a las distintas carreras, ha expresado, aunque “por referencia de otros años en los grados de ciencias de la salud o de ingeniería son, por ejemplo, bastante altas”.
De los 5.536 alumnos que se presentan a esta prueba, un 10 por ciento lo hacen a la fase de , para subir nota respecto a convocatorias de años anteriores.
La consejera de Educación, Ciencia y Formación Profesional, María Mercedes Vaquera, ha manifestado por su parte que “por primera vez la prueba es común para 12 regiones”, y ha resaltado que la comunidad autónoma fue además “pionera” en “comenzar a trabajar en este sistema”.
Vaquera ha puesto en valor en este sentido “el trabajo realizado por la UEx y por los institutos” para lograr esta adaptación.
La coordinadora de la PAU durante el curso y presidenta del tribunal calificador, Mari Paz González, ha dicho a su vez que este tribunal cuenta con 237 correctores, a lo que se deben añadir 37 vigilantes repartidos en las 13 sedes.
Un número que cada vez es mayor pues este año hay 193 adaptaciones de aulas, destinadas desde jóvenes con dislexia, déficit de atención e hiperactividad, autismo, trastorno de ansiedad, deficiencia visual, disgrafía o disortografía hasta alumnos que “se han roto un brazo”.
Los estudiantes
«La verdad es que la gran decisión de tu vida está condicionada por muchas cosas», ha afirmado a EFE Laura, una joven de 18 años que a primera hora de esta mañana entraba en el IES Santa Eulalia, en Mérida. Su reflexión es válida para muchos de sus compañeros extremeños.
Elías Rodríguez, procedente del instituto Reino Aftasí de Badajoz, quiere estudiar Bellas Artes y eso conlleva irse. «Si existiesen estos estudios en mi tierra, me quedaría, ha dicho.
La joven Mercedes Morgado, que también tiene “muy claro” la carrera a realizar, Conservación y Restauración de Bienes Culturales, sabe que deberá desplazarse a Sevilla. «Quien se marcha fuera de su tierra es por lo que quiere estudiar, no por la diferencia entre universidades”, ha expuesto.
Su compañero de aula, José Chaves, es otro de los jóvenes que deberá irse de Extremadura. Quiere, a la espera de las notas finales, estudiar Farmacia, «mi deseo de siempre». En sus maletas pone ‘Sevilla’. No obstante, ha reconocido que tiene «ganas» de salir a otras ciudades «a conocer cosas nuevas”.
Elena Núñez, que quiere realizar Diseño Gráfico, también pretende desplazarse a la capital hispalense, pero no, en su caso, porque no pueda estudiar dicha disciplina en Extremadura.
«Quiero conocer otros lugares”, ha expuesto a EFE convencida de que este paso será «un importante aval» en su trayectoria laboral futura.
En el caso de Alejandro García, procedente del instituto Bioclimático de Badajoz, Extremadura marca su futuro, pues se quedará para realizar “alguna Ingeniería, quizá Mecánica”. «Me han hablado muy bien -afirma- de estas carreras aquí, en la UEx”.