Casas anegadas por la crecida del río Lonza tras la formación de un lago tras una avalancha provocada por el colapso del glaciar Birch, este jueves en Blatten (Suiza). EFE/Michael Buholzer

Casas anegadas tras la avalancha por el colapso de un glaciar en Suiza

Ginebra (EFE).- El colapso del glaciar Birch en Blatten (Suiza) la semana pasada dejó las casas de los habitantes del pueblo anegadas por la crecida del río Lonza al formarse un lago tras la avalancha.

El buen uso y funcionamiento de las predicciones y del sistema de alerta temprana permitió salvar la vida de los más de trescientos vecinos de Blatten, un pueblo suizo que quedó sepultado hace una semana por una avalancha de hielo, rocas y barro que se desprendió de un glaciar cercano, un desastre relacionado con el cambio climático.

“Los suizos hicieron todo como un ejemplo de manual de lo que se debe hacer: advirtieron a la población y evacuaron a las personas fuera de la zona de peligro. Ni el paisaje ni la aldea volverán a ser nunca los mismos, pero se mostró cómo podemos usar los pronósticos y las alertas para salvar vidas”, dijo la portavoz de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Clare Nullis.