La Valedora do Pobo, María Dolores Fernández Galiño (d) posa durante la presentaión del informe del Estado de la pobreza en Galicia. EFE/Xoán Rey

Uno de cada cuatro gallegos, 690.000, estaban en riesgo de pobreza o exclusión en 2023

Santiago de Compostela (EFE).- Una de cada cuatro personas residentes el año pasado en Galicia, 690.000, estaba en riesgo de pobreza o exclusión social, según el estudio de la pobreza en Galicia elaborado por EAPN, la red europea contra la pobreza y la exclusión social.

Este dato significa que hay 50.000 personas más en la comunidad en riesgo de pobreza o exclusión social, el denominado indicador AROPE, que en 2022, si bien esta tasa, que en Galicia llega al 25,5 %, es un punto inferior a la media del conjunto del país, que alcanzó el año pasado el 26,5 %.

El aumento en Galicia, además, tiene rostro femenino, ya que crece casi el doble que el de hombres, por lo que aumenta la brecha de género.

Con motivo del Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, esta red ha presentado los datos relativos a Galicia en la sede de la Valedora do Pobo, con presencia de su titular, Dolores Fernández Galiño, de representantes de entidades del tercer sector y de las diputadas Paloma Castro (PSdeG), Olalla Rodil (BNG) y Raquel Arias (PPdeG).

Las guerras y las crisis energéticas

La presidenta de EAPN Galicia, Ana Pardo, y el director de la red, Xosé Cuns, han achacado este incremento al impacto de las crisis energéticas derivadas de la guerra en Ucrania y a su reflejo en la inflación.

Además, según han afirmado, los indicadores de carencia material y de vivienda constatan la pérdida de calidad de vida en 2023.

El indicador AROPE se compone a su vez de tres parámetros, la tasa de pobreza, la baja intensidad laboral en el hogar y la privación o carencia material y social severa.

La tasa de pobreza pasa del 18 % en 2023 al 19,4 % en Galicia, lo que supone que afecta a más de 520.000 personas, si bien sigue por debajo de la media de España, que se situó en el 20,2 %.

Este último componente no mide pobreza, sino exclusión, y revela que casi 230.000 personas en Galicia padecen algún tipo de privación material y social severa.

De hecho, más de la mitad de estas personas -122.000- no están por debajo del umbral de la pobreza; es decir, no están en riesgo pero sí padecen estas carencias y por lo tanto son vulnerables y su situación no pinta bien para el futuro.

El riesgo de pobreza y de exclusión infantil y juvenil también crece y sigue teniendo las tasas más elevadas por grupo de edad, el 28,2 % por el 25,5 % del total de la población.

Hogares con niños

Así, la tasa de pobreza en los hogares con niños se sitúa en el 27,1 %, 2,7 puntos más que el año anterior, frente a una tasa del 24,3 % en los hogares sin niños.

«De esto se deduce que tener hijos es un factor de empobrecimiento para las familias», ha dicho Cuns.

Uno de los datos que revela el estudio es el incremento de la pobreza en los hogares monoparentales, generalmente monomarentales, ya que son el 80 %; que aumentan 3,5 puntos respecto a 2022, lo que supone que más de la mitad (52,7 %) estén en esta situación.

Esto, además, afecta al incremento del riesgo de pobreza infantil y de los hogares con menores.

El estudio elaborado por EAPN Galicia también señala que tener un empleo es necesario para no estar en riesgo de pobreza y exclusión, pero «no es suficiente».

¿La mejor política social es el empleo? Pues depende», ha asegurado Cuns.

Cuns también ha indicado que Galicia es una de las comunidades donde más ha disminuido la tasa de desigualdad y ha incidido en el efecto de las políticas públicas en la reducción de pobreza.

«Sin ninguna transferencia de fondos públicos, de cualquier istración, la pobreza llegaría al 46,6 % en Galicia, 735.000 personas más, frente al 19,4 % actual».

Vivienda

Otro de la factores en el que incide el estudio es en la situación de emergencia de la vivienda y el impacto sobre las rentas y otros factores; un aspecto que la red ha abordado de modo monográfico y extenso en otro informe que presentará el próximo 8 de noviembre.

En cualquier caso, llama la atención, ha incidido Cuns, que las personas que no pueden mantener su hogar a una temperatura adecuada han aumentado dos puntos.

Ante esta situación y, entre otras cuestiones, Ana Pardo ha reclamado la implantación inmediata de un plan de apoyo a las familias monomarentales, más coordinación entre las distintas istraciones y con las entidades del tercer sector con la puesta en marcha de una ley específica y ha dejado alguna propuesta.

Una de ellas sobre la nueva empresa comercializadora de energía anunciada por la Xunta: «¿No debería esta empresa tener como objetivo a las personas vulnerables descritas en este estudio y mejorar además el al bono térmico?».