Entrega a las familias de tres de los cuerpos exhumados en el concello coruñés de Carballo, acto celebrado este viernes en A Coruña. EFE/Cabalar

Los restos de tres represaliados en 1936 vuelven a sus familias: «Es un acto de justicia»

A Coruña (EFE).- Las familias de Juan Boedo Pardo, Pedro Pinilla Calvete y Andrés Pinilla Fraga, tres vecinos represaliados en 1936 y cuyos cuerpos han sido exhumados de una fosa común en el cementerio de Bértoa en Carballo (A Coruña), han recibido sus restos entre lágrimas y muchas emociones en «un acto de justicia», como ha calificado la portavoz de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica, Carmen García.

El acto se ha celebrado este viernes en el Palacio de María Pita, en el que han participado la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, y su homólogo en Carballo, Evencio Ferrero, además de de la Asociación, que se ha encargado de la búsqueda de estos tres cuerpos.

Entrega a las familias de tres de los cuerpos exhumados en el concello coruñés de Carballo, acto celebrado este viernes en A Coruña.
Entrega a las familias de tres de los cuerpos exhumados en el concello coruñés de Carballo, acto celebrado este viernes en A Coruña. EFE/Cabalar

Las familias, visiblemente emocionadas, han recogido las cajas con los restos de los tres asesinados durante el franquismo, que esta tarde enterrarán en el cementerio de San Pedro de Visma, en A Coruña.

Dolores Pujol, la sobrina política de Boedo, ha confesado estar «con el corazón en un puño», pero aprovechó su intervención para tener esa «conversación pendiente con Juan» y contarle que se vistió de negro «por aquel día triste en el que le arrebataron la vida» pero también de verde «por la esperanza que tenía en su corazón de luchar y creer en una libertad que hoy tenemos».

Tras casi 90 vuelven a sus familias

Gracias es lo que ha repetido Carolina Pinilla, sobrina nieta y bisnieta de Pedro y Andrés, para quien es importante que las próximas generaciones «ya no procederán de una familia de desaparecidos».

Carmen García ha recordado que Juan Boedo, Andrés Pinilla y su hijo Pedro Pinilla fueron «secuestrados y asesinados» sin quedar rastro de ellos.

«Nunca se reparan las muertes, pero tampoco la pena, el dolor y el miedo. Cada vez que se abre una fosa, entra luz en la oscuridad», ha manifestado la portavoz de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica, quien ha asegurado que este es «un acto de justicia y reparación».

Entrega a las familias de tres de los cuerpos exhumados en el concello coruñés de Carballo, acto celebrado este viernes en A Coruña.
Entrega a las familias de tres de los cuerpos exhumados en el concello coruñés de Carballo, acto celebrado este viernes en A Coruña. EFE/Cabalar

Por fin, tras casi 90 años, estas familias han podido recuperar los cuerpos de sus antepasados.

«La verdad no prescribe, igual que el dolor, y la democracia solo es plena si puede mirar hacia atrás sin miedo y decir aquí hubo víctimas y merecen ser lloradas», ha indicado Inés Rey, mientras que Evencio Ferrero ha defendido que «una istración nunca se debería negar a este acto de humanidad, de solidaridad, de comprensión y de restitución de la memoria».

El vicepresidente de la Asociación, Marco González, ha aplaudido que se pueda «cerrar una cicatriz que lleva casi 90 años abierta», pero también ha manifestado que «ojalá el Estado asumiera estas búsquedas y labores».

Estas familias podrán enterrar esta tarde a sus seres queridos y tener por fin un lugar al que acudir para recordarlos.