El acusado de envenenar a un anciano dice que se suicidó. EFE/ Raquel Manzanares

El acusado de envenenar al anciano que cuidaba en Logroño afirma que se trató de un suicidio

Logroño (EFE).- Un hombre acusado como presunto autor de asesinar en Logroño al anciano al que cuidaba al hacerle ingerir un desatascador para heredarle ha afirmado este lunes, al inicio del juicio con jurado, que la víctima, de 82 años, se suicidó al tomarse él ese líquido cuando estaba solo, en agosto de 2020.

El fiscal pide para el acusado, de 46 años, de nacionalidad rumana y quien vive en España desde hace 20 años, una pena de 23 años de prisión y 10 más de libertad vigilada como presunto autor de un delito de asesinato con alevosía.

También reclama que indemnice a quienes se determine como herederos del anciano con 300.000 euros en concepto de daño moral; mientras que la defensa pide la absolución.

La Audiencia Provincial de Logroño acoge un juicio con jurado contra un hombre acusado de envenenar al anciano al que cuidaba para luego heredar. EFE/ Raquel Manzanares

Heredero universal

El acusado, al que el fallecido le hizo heredero universal en julio de 2020, ha narrado durante el juicio, que durará varios días, que conocía a la víctima de vista, dado que vivían cerca; hizo amistad con él y alguna vez le hizo la compra durante el confinamiento por la pandemia de la covid-19.

Después, el anciano sufrió un ictus y el acusado comenzó a vivir con él para ayudarle, pero «nunca jamás en mi vida le pedí la herencia o cambiar el testamento», ha subrayado, y «ni siquiera sabía que hubiera un testamento anterior».

Ha reconocido que, el 4 de agosto de 2020, el anciano le recordó que comprara un líquido desatascador para arreglar el lavabo y, según él, fue la víctima el que lo dejó en el salón.

Notas manuscritas

«Tampoco toqué sus pastillas, no lo hacía nunca», ha relatado el acusado, quien ha explicado que, mientras dormía ese día, se levantó alertado por el ruido, encontró el recipiente del líquido abierto, con un vaso al lado y en la mesita frente al sofá donde estaba el anciano.

Ha indicado que en ese momento solo pensó en llamar a Urgencias, siguió las indicaciones del médico y no reparó en la existencia de unas notas manuscritas con las razones por las que se quitaba la vida, de las que luego le informó la Policía.

El procesado ha asegurado que solo vio a uno de los sobrinos del anciano una vez, pocos días antes del 4 de agosto, cuando el fallecido le contó a su familiar que tenía un problema con el inquilino de un trastero que no le pagaba y «el sobrino no le quiso ayudar».

Un plan determinado

Por su parte, el fiscal ha sostenido que el acusado, presuntamente, istró primero una gran cantidad de somníferos al anciano -de unas pastillas que tenía prescritas- y luego le hizo beber el desatascador.

Ha incidido en cómo el acusado compró el desatascador para causar la muerte a la víctima, quien falleció en la madrugada del 5 de agosto de 2020 por las lesiones que le causó la ingesta de un producto químico, ya que el componente principal de este producto era ácido sulfúrico.

El acusado tenía «un plan premeditado, en el que primero logró ser heredero y luego quería heredar cuanto antes y no hay datos concluyentes que apunten a un suicidio», ha asegurado.

Frente a ello, la defensa ha señalado que el procesado no tiene antecedentes, es padre de familia, asentado en Logroño desde hace varios años y cree que en este caso existe «una acusación basada en el prejuicio porque se deja la herencia a un desconocido y, además, es extranjero».