Logroño (EFE).- El apoyo de los voluntarios que colaboran en la búsqueda del joven Javier Márquez, desaparecido en Logroño hace 19 días, es el «chute diario de energía» que necesita su familia, ha asegurado este miércoles su tío materno, Francisco Villaverde.
Como cada mañana desde que se inició la búsqueda de este chico de 20 años, Villaverde ha reunido al casi medio centenar de voluntarios que se han congregado esta jornada en el bar ‘La mina’ de Logroño.

A los grupos mejor equipados les ha recomendado que siguieran revisando las orillas del río Ebro y la zona del monte Cantabria, mientras que al resto de voluntarios les ha ofrecido carteles con fotos de Javier para que los colocasen en diversos puntos de Logroño y municipios cercanos.
Los amigos «se dejan la piel»
En declaraciones a los periodistas, Villaverde ha explicado que estas personas que colaboran en la búsqueda de su sobrino les dan «fuerza» cada día a la familia, que no sabe nada de Javier desde la madrugada del pasado 2 de marzo.
Ha resaltado que la familia «mantiene la esperanza y no se plantea otra cosa que Javier aparezca, para seguir disfrutando de él».
Los amigos de Javier no han participado en la búsqueda en los últimos días porque tienen que cumplir con sus estudios, pero «se están dejando la piel», ha asegurado.

Revisión del subsuelo
Javier Márquez, natural de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), asistió con sus amigos a una fiesta y después se le vio por última vez en una discoteca cerca del río Ebro en Logroño durante la madrugada del 2 de marzo.
De forma paralela a las batidas de los voluntarios, los cuerpos policiales continúan revisando las riberas del río y otras zonas, con patrullas a pie, drones, helicópteros y también el fondo del río con buzos especialistas, la Policía Nacional dentro de Logroño y la Guardia Civil fuera del término municipal.

Además, este miércoles se ha intensificado su trabajo la unidad especial de subsuelo y protección ambiental de la Policía Nacional, que se encarga de revisar el alcantarillado y otras zona de difícil en el entorno del Palacio de Congresos, Riojaforum, cerca del río Ebro.