Logroño (EFE).- El fiscal pide una pena de 25 años de cárcel a dos jóvenes como presuntos autores, cada uno, de dos delitos de detención ilegal, otro dos de lesiones con medios peligrosos y uno de robo con violencia e intimidación, tras asaltar una casa en Entrena, retener y pegar a sus propietarios ancianos.
La Audiencia Provincial de La Rioja celebrará el próximo 8 de abril la vista oral por estos hechos, ocurridos en noviembre de 2022, por los que deberán pagar casi 25.500 euros como responsabilidad civil.
Acompañados por dos menores
Según sostiene el fiscal en su escrito de acusación, los dos acusados actuaron con dos menores con quienres se desplazaron en una furgoneta hasta la localidad riojana de Entrena, donde se dirigieron a un edificio con dos viviendas habitadas por un hombre y una mujer, de 88 y 79 años, respectivamente.
Una vez allí realizaron labores de vigilancia, mientras que la acusada se quedaba con la furgoneta en un descampado cercano para facilitar la fuga.

Cuando el dueño de la vivienda salió de la casa, los menores accedieron al interior del edificio a través de una puerta lateral y subieron al piso en que el vivía la mujer, quien les abrió la puerta cuando llamaron al timbre y después entraron sin su autorización.
Los menores, «con ánimo de menoscabar la integridad física de la perjudicada, la cogieron de los brazos, la ataron de manos y piernas y la arrastraron hasta una silla, donde, con propósito de intimidarla, le gritaron ‘Usted nos va a dar los millones, porque si no, nosotros la matamos'», según la versión del fiscal.
Puñetazos y golpes
La mujer pidió auxilio, por lo que los menores respondieron asestándole puñetazos y golpes con un objeto contundente mientras le exigían que se callara.
Más tarde, la arrastraron hasta la despensa y, tras acercarle una navaja con actitud «intimidante», los menores le volvieron a dar puñetazos y patadas y volvieron a amenazarla de muerte si no les daba los millones.
Poco después regresó el otro propietario a la vivienda y, mientras abría la puerta del edificio, el acusado, que llevaba el rostro cubierto, se le acercó por detrás, le empujó y le obligó a entrar dentro de la casa.

Después, los menores y el procesado le tiraron por las escaleras y, cuando estaba en el suelo, le asestaron múltiples puñetazos en la cara y en las costillas. A continuación, le colocaron un trapo en boca mientras le gritaban que les diese la llave de la caja fuerte o le matarían, y se quedaron con 300 euros que el anciano llevaba en la cartera.
Además, le ataron las manos por delante con cinta y le arrastraron hasta el piso de la mujer, donde continuaron atizando al hombre con patadas, puñetazos y golpes con un palo de madera, mientras le gritaban que les entregase el dinero o le matarían con dos tiros.
Tras pasar poco más de una hora en el asalto, los tres abandonaron la casa en la furgoneta en la que les esperaba la otra acusada.