Una persona mira las aplicaciones de Meta en su teléfono móvil, en una fotografía de archivo. EFE/ Cristóbal Herrera

Experto alerta de que Instagram se queda con derechos de imagen de las fotos publicadas

Rebeca Palacios |
Logroño (EFE).- Cada vez que un de Instagram publica una fotografía en su perfil, cede los derechos de esa imagen, de modo que la puede guardar cualquiera y puede ser utilizada con interés comercial y otros fines, que son «más peligrosos» cuando se trata de menores, ha alertado a EFE el experto en marketing digital Fernando Checa.

Este docente, director del máster en redes sociales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), ha constatado que se ha generalizado el uso de las redes sociales y la publicación de contenidos de todo tipo, en muchos casos «sin conocimiento ni consciencia» por parte de sus s de que «hay límites que convendría no superar».

En este sentido, ha citado el uso de la imagen de los menores o su «sobrexposición», en muchos casos con un interés comercial cuando se trata de ‘influencers’.

Aplicación de Instagram en un teléfono inteligente. EFE/EPA/FILIP SINGER

Más interacción con niños

«Cualquier persona anónima ha comprobado que, cuando publica una fotografía con un niño, lograr más comentarios positivos o ‘me gusta’, lo que logra amplificar ese mensaje», ha explicado.

Así, ha agregado, está comprobado que un foto con menores «llega más lejos que la imagen de un paisaje», porque consigue una mayor interacción por parte de los seguidores.

Sin embargo, hay una cuestión «preocupante» de fondo, que son los derechos a la imagen y a la privacidad de esos niños, a pesar de que los padres tengan la patria potestad.

INSTAGRAM
Logo de varias redes sociales, en una imagen de archivo. EFE/EPA/ANDREJ CUKIC

En familias con padres divorciados, ya se han planteado casos en los juzgados porque uno de los progenitores ha tenido que pedir amparo legal para evitar que el otro publique fotografías de sus hijos, ha constatado.

Según la legislación actual, hasta los 14 años un menor no puede utilizar las redes sociales sin permiso de sus padres, pero en muchas ocasiones el propio niño se ha convertido en imagen pública por las propias publicaciones de sus padres.

«Yo me siento avergonzado cuando veo las fotos de mi comunión, pero esas imágenes no son públicas y no han salido del entorno familiar. Ese sentimiento se vería exacerbado si supiese que mis padres las enseñan a cualquiera», ha reflexionado.

Vidas expuestas en redes

Esta situación puede provocar «malestar a futuro», ya que en los próximos años aparecerán casos de menores cuya vida se ha expuesto en internet «sin contar con ellos».

Además, ha recalcado que al publicar esa fotografía, se ceden los derechos de imagen a Instagram, que es una empresa cuya sede «ni tan siquiera» se ubica en la Unión Europea.

Imagen de archivo de un menor con un teléfono móvil. EFE/ J.M. García

«No sabemos nunca dónde van a acabar esas fotos y cuál va a ser su utilización, que puede tener un uso comercial sin el conocimiento del que la ha publicado, o tener un fin más peligroso o delictivo», ha asegurado.

Algunos niños pueden llegar a sufrir acoso escolar debido a la sobrexposición en las redes a la que le someten sus padres, por lo que cree que desde instituciones se debería legislar para regular la utilización de menores en las redes sociales, ya que en algunos casos se trata de una actividad profesional en la que los padres logran un rendimiento económico a costa de un menor.

Ante la falta de normativa, ha opinado que los s deberían «sancionar de alguna manera» estos comportamientos hacia los menores «explotados y sobrexpuestos» y, quizás la más sencilla, es dejar de seguir este tipo de cuentas.