El presidente de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (Fivín), Ramón Estruch en una rueda informativa en la sede del Consejo Regulador de la DOCa Rioja. EFE/ Raquel Manzanares.

El consumo moderado de vino, asociado a la dieta mediterránea, reduce la incidencia del cáncer de mama

Logroño (EFE).- El consumo moderado de vino, y siempre asociado a una dieta mediterránea, reduce la incidencia del cáncer de mama, según la evidencia científica, ha afirmado este miércoles en Logroño el presidente de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN), Ramón Estruch.


Así lo ha detallado en una rueda informativa en la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, en la que ha destacado los beneficios para la salud del consumo moderado del vino.


Está científicamente demostrado que el vino, consumido dentro de la dieta mediterránea y de una forma moderada, reduce la incidencia del cáncer de mama en mujeres, pero, fuera de este contexto, aumenta la incidencia, ha detallado Estruch, quien ha estado acompañado por el presidente del Consejo Regulador, Fernando Ezquerro.


También ha afirmado que «el vino es un pilar fundamental de la dieta mediterránea», junto al aceite de oliva y los cereales integrales.


«Se considera que un 20 % de los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea para la salud global se deben al consumo moderado del vino», pero «tiene que consumirse con moderación y dentro de un patrón saludable», ha incidido.


Respecto al vino tinto o blanco, la evidencia científica demuestra que, por el contenido de polifenoles, es más saludable la ingesta de tinto y con un promedio diario de entre 10 y 15 gramos de alcohol, que es el equivalente a una copa, y siempre asociado a la dieta mediterránea.