Logroño (EFE).- El Grupo Rioja cree que el arranque voluntario de viñedo, que defienden Organizaciones Profesionales Agrarias (OPAs), «debería ser una medida excepcional», ya que «afecta de forma negativa a la imagen de Rioja, pone en riesgo el viñedo viejo y plantea cuestiones difíciles de responder, como de dónde saldrían los fondos para compensar esa pérdida de patrimonio».
Así lo ha detallado a EFE su director general, Iñigo Torres, ante las protestas de las organizaciones profesionales agrarias, convocadas este miércoles, frente a esta asociación de bodegas, que, finalmente, han quedado aplazadas en solidaridad con las víctimas ocasionadas por los efectos de las inundaciones de la dana en la Comunidad Valenciana.
Para esta asociación de bodegas, que es la mayoritaria en la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, «la mejor fórmula para recuperar el equilibrio y, por tanto, la rentabilidad de todos los eslabones de la cadena pasa por mantener y profundizar en las medidas ya aprobadas de forma muy mayoritaria por el sector», ha asegurado Torres.
Prueba de ello, es que estas medidas «han contribuido de forma importante a reducir las existencias a final de campaña», ha asegurado.
Por ello, ha reiterado que «el arranque, en su caso, debería ser una medida excepcional, tras la aplicación de todas las anteriores».
Grupo Rioja incide en la necesidad de intensificar factores clave, como el control de viñedos con exceso de producción y el reinjerto a uva blanca, así como una profunda modificación de la reestructuración de viñedos orientada a la calidad, ha afirmado Torres.
También apuesta por impulsar medidas para dinamizar la demanda, adaptándonos a las nuevas tendencias de consumo, con el fin de mejorar el valor de las ventas.