Logroño, (EFE).- La hija de Guillermo Castillo, el hostelero que fue encontrado muerto con signos de violencia en su casa de Cuzcurrita de Río Tirón en mayo de 2023, ha declarado este martes en el juicio que escuchó relatar a la pareja de uno de los acusados que, junto al otro procesado, habían matado a su padre.
En la segunda jornada del juicio que se celebra con tribunal popular en la Audiencia de La Rioja, la hija del hostelero ha asegurado que no había visto ni conocía a los dos acusados y ha insinuado que puede haber más personas implicadas en el crimen que no han sido investigadas en este proceso judicial.
En su declaración, ha relatado que la noche anterior a la muerte de su padre, que se produjo durante la madrugada del 2 de mayo de 2023, le acompañó a su casa como solía hacer habitualmente, pero se marchó bastante antes de lo normal porque había tenido mucho trabajo en el restaurante familiar y estaba cansada.
A la mañana siguiente, sobre las 8:00 horas, le llamó un trabajador agrario de su padre porque intentaba localizarle para coger un coche, por lo que ella se acercó a su casa y comprobó que no había cerrado la puerta con llave, algo que le pareció raro.
Posteriormente llamó a la Guardia Civil y luego «entré en shock, solo me acuerdo que los guardias gritaban Guillermo y los golpes de la azada, después me quedé sorda. Vi la cara de un agente descompuesta y después ya no nos dejaron ver a mi padre”, ha indicado.
La hija ha detallado que su padre solía llevar dinero en efectivo encima porque le gustaba mucho invitar, era muy generoso y nunca tuvo tarjeta de crédito, por lo que creía que “algún día le iban a dar un palo”.
Ella pasaba todo el día con su padre, solo se separaban para dormir, le ayudaba con su medicación y trabajaban juntos en el restaurante familiar.
La mujer ha reconocido que ha recibido asistencia psicológica tras el crimen y que actualmente sigue en tratamiento.
“No soy la misma persona, me han quitado a mi padre, nunca más voy a ser hija. Me han quitado a un amigo y me han quitado el trabajo: me han dejado la vida patas arriba, no hay derecho”, ha subrayado.
“Me enteré de que habían detenido a la novia de uno de los acusados en Pradillo y fui con dos amigos. Allí me la encontré y mis amigos, para sacarle información, se hacen pasar por uno de La Estrella”, ha añadido.
La novia, ha subrayado, les relató en el bar de Pradillo que su pareja volvió a casa la madrugada del crimen y le confesó que habían matado a Guillermo Castillo.