Logroño, (EFE).- La Rioja Big Band ha estrenado este sábado el proyecto «De danzas, dulzainas y valles» en el que se fusiona la música folclórica de los valles riojanos con el jazz.
Este grupo riojano de jazz ha trabajado en los últimos meses para demostrar la capacidad de fusión que tiene su música y también la «permeabilidad» de la música tradicional, en este caso la de los valles riojanos.
Como curiosidad, entre los intérpretes de estas músicas de fusión estarán tres descendientes de Doroteo y Eusebio Díez, antigua pareja de gaitero-tamborilero del Camero Viejo.
La formación la componen Eusebio Díez, dulzaina; Jorge Garrido, batería y tambor; Iker Idoate, percusión; Germán Ruiz-Alejos, bajo; Pablo Lizardi, guitarras; Guzmán Uruñuela, piano, composición y arreglos; y Andrés Díez, violín, composición y arreglos.
Los ritmos que se asocian más al jazz, como la bossa o el swing «también son fruto de la fusión» y «lo que ahora proponemos es otra forma de enriquecer este ritmo», ha detallado a EFE Eusebio Díez, uno de los promotores del proyecto.
El programa está compuesto por músicas que han recopilado en todos los valles riojanos, desde Leiva a Calahorra o Cervera, pasando por Santo Domingo de la Calzada, Anguiano, Sorzano o Torreñuña.
Además, ha detallado, hay otras músicas «del gran valle de La Rioja» en torno al Ebro, que es la danza de la Virgen Blanca, que se baila en diferentes localidades.
«En todos los casos son melodías reconocibles, porque las interpretamos al principio las interpretamos de una forma más tradicional» ha detallado, pero «después con la orquesta tienen otro sonido» ya que se han hecho arreglos para piano, violín y diferentes instrumentos de percusión, con 7 músicos en total.
Cree que aunque esta iniciativa parezca «un poco rompedora» la realidad es que «el jazz siempre se ha enriquecido de muchas melodías» y «la música en general es fusión» y «creemos que el resultado de este proyecto es muy interesante».
Tras el estreno de este sábado, que será grabado, pretenden llevar este trabajo a algunos festivales y «si vemos que es factible, hacerlo en un estudio» aunque «somos conscientes de que es una propuesta arriesgada», ha asumido.
«El jazz es fusión y los sonidos riojanos son reconocibles en otras regiones del norte, principalmente el País Vasco, Navarra y Aragón, por lo que podríamos actuar en más lugares», concluye el músico de La Rioja Big Band.