Logroño (EFE).- La Rioja registró 625 denuncias por violencia machista entre enero y septiembre de este año -cinco más que en el mismo periodo de 2023- y, de ellas, 212, que suponen el 33,9 % del total, correspondieron a víctimas de entre 31 y 40 años; 168, el 26,9 %, de entre 41 y 50 años; y 152, el 24,2 %, de 21 a 30 años.
Estos datos los han facilitado la delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz; y la jefa de la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer, Noelia González Pastor, al detallar el balance con los datos estadísticos de los tres primeros trimestres de 2024 en materia de violencia machista.
De acuerdo con el tipo de relación entre la víctima y el agresor, la más frecuente en las denuncias por violencia sobre la mujer fue la exrelación afectiva, con 236; seguida de la relación afectiva, con 208.
Un total de 296 de las denuncias, lo que supone el 47,9 %, fueron por maltrato físico: 66,9 % por primera vez y 33,1 % por maltrato habitual.
Además, 297 víctimas de violencia machista, un 47,5 %, pidieron, en los nuevo primeros meses del año, una orden de protección, lo que supone un 1,2 % más que en el mismo periodo de 2023.
En el 81,3 % de los casos denuncias se produjo la detención del agresor, que fue del 84,8 % en los tres primeros trimestres del año pasado.
Los casos con seguimiento policial activo a 30 de septiembre se elevaban a 893, con 863 víctimas.
Arraiz se ha precisado a que, en muchas ocasiones, es muy complicado denunciar por las circunstancias que rodean a las víctimas, por lo que toda la sociedad debe ser consciente de la necesidad de actuar ante cualquier caso de violencia de género.
«Un pequeño paso de cada uno de nosotros puede ser decisivo en la vida de muchas mujeres», ha añadido la delegada del Gobierno, para quien solo 1 de cada 4 personas actúa ante un signo de violencia machista.
Prevenir la violencia contra las mujeres pasa también porque los jóvenes reciban una educación afectivo sexual de calidad, ha indicado González Pastor, quien ha pedido hacer un esfuerzo para que, mediante la sensibilización y la prevención, se erradique el abuso y el empleo de la fuerza como modelo de relación.