Rebeca Palacios |
Logroño (EFE).- La nueva rectora de la Universidad de La Rioja (UR), Eva Sanz Arazuri, ha dicho a EFE que uno de los retos de su mandato es afrontar el relevo generacional por las jubilaciones del personal docente e investigador, pero también del personal técnico de gestión, istración y servicios de la universidad.
Esta catedrática de Didáctica de la Expresión Corporal fue elegida el 20 noviembre en la segunda vuelta de las elecciones con el apoyo del 58,68 por ciento de los votos y sustituirá en el cargo a Juan Carlos Ayala, de cuyo equipo rectoral ha formado parte desde 2020 como vicerrectora de Ordenación Académica y Profesorado.
Tras la entrada en vigor de la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), Sanz Arazuri (Logroño, 1976) desempeñará un único mandato improrrogable y no renovable de seis años.
Después de la proclamación definitiva de los resultados este lunes, su nombramiento aún está pendiente de pasar por el Consejo de Gobierno y ser publicado en el Boletín Oficial de La Rioja (BOR), trámites que prolongarán dos o tres semanas, con la previsión de que tome posesión a mediados de diciembre.
En este mandato, ha apostado por «dar continuidad a lo que ya se ha construido en estos 32 años» de historia de la UR, para «seguir con el progreso y avance» de la universidad pública riojana.
Seis vicerrectores
Respecto a su equipo rectoral, ha detallado que, además de la Secretaría General, habrá seis vicerrectores, uno más que en la actualidad.
En este sentido, ha indicado que va a dividir en dos el Vicerrectorado de Investigación e Internacionalización, para tener dos personas dedicadas a cada área.
Además, ha resaltado que va a ser la primera vez que dentro del equipo que acompaña el rector va a haber personas técnicos de gestión y istración y servicios, que no será el gerente, y dentro de la Secretaría General habrá una Vicesecretaría, que la ocupará «una persona de la casa».
Ha apuntado como otra novedad la incorporación al equipo de dirección de un estudiante, como coordinador de delegados que trabajará con la vicerrectora de Estudiantes.
Así, además de representar a todos los colectivos universitarios, ha subrayado que en su equipo también estarán representados las distintas ramas y ámbitos de conocimiento para cubrir todas la facultades y centros.
Durante su etapa como vicerrectora, ha sido la responsable de impulsar el plan plurianual del personal docente e investigador, que ha permitido estabilizar a más de 80 profesores, la promoción a catedrático de universidad de más de 30 y la contratación de unos 40 ayudantes doctores.
Ha explicado que solo se ha ejecutado la mitad de este plan, que tiene una vigencia de seis años, por lo que durante su mandato tendrá que afrontar la continuidad de este proyecto de estabilización de la plantilla docente e investigadora.
El reto de Medicina
En relación la futura implantación del grado de Medicina, dentro de la Facultad de Ciencias de la Salud a la que está adscrita Enfermería, ha resaltado que «se lleva tiempo trabajando».
«Somos conscientes de que la incorporación de Medicina a la UR puede ser el grado más difícil de implantar, pero también eso es un reto muy interesante. Vamos impulsar esta titulación pero con unas líneas rojas, con el fin de que no repercuta sobre las necesidades del resto de estudios y de servicios que ofrece la universidad», ha asegurado.
En cuanto a las peticiones de empresas del sector tecnológico de aumentar la oferta de ingreso en algunas titulaciones técnicas, ha dicho que habrá que hacer «un análisis sosegado de la demanda real» de las titulaciones ya implantadas y comprobar las necesidades de futuro.
La nueva rectora cree que la UR puede ser referente dentro del sistema universitario español «con implicación y buscando soluciones creativas para anticiparse a los problemas».
Un referente nacional
En este sentido, ha recordado que con la implantación de la LOSU aparecieron nuevas figuras contractuales «con unas restricciones muy marcadas», por ejemplo, la figura del profesor sustituto, lo que chocaba con la ley de compatibilidades de 1986.
Ello generó dificultades para que el profesorado sustituto pudiese compatibilizar sus tareas docentes con el desarrollo de otro trabajo principal fuera del ámbito académico.
La Universidad de La Rioja fue la primera en conseguir esa compatibilidad de los funcionarios públicos con la figura del profesor sustituto, ha precisado, por lo que «a pesar de ser una universidad pequeña, la UR puede llegar a ser un referente».
Al final de su mandato, ha indicado que le gustaría ser recordado por haber impulsado el trabajo en equipo, porque los logros y objetivos conseguidos por la universidad no dependen de una dirección concreta, sino de la suma de todos.
