Logroño (EFE).- El jugador de la UD Logroñés Pol Arnau ha sido el protagonista del partido en el que su equipo ha eliminado al Girona, al colocarse de portero y parar un penalti, algo en lo que siente que «un ángel» le ha ayudado «desde el cielo», en alusión a su padre.
El joven jugador catalán es hijo del que fuera portero del Barcelona, entre otros, fallecido en 2021, y, aunque él es lateral, tiene un hermano que juega de portero, con lo que, «quizás, lo llevo en los genes», ha dicho, y «cuando he visto que alguien se tenía que poner de portero, no he dudado».
Esa ha sido la clave de una situación en la que su equipo ya había consumido los cambios y, según el reglamento de Copa, no podía hacer más cambios; el técnico del equipo ha pensado en otro jugador, «pero le he visto tan seguro que le he dado los guantes», ha dicho el técnico Sergio Rodríguez.
«Lo primero que quiero decir es que le dedico esto a Kike Royo», ha afirmado Arnau, en alusión al portero de su equipo, que se ha retirado conmocionado y ha sido trasladado a un centro hospitalario.
«Me he visto con confianza, me he puesto, sabía que podía hacerlo bien y ha salido, aunque si mis compañeros no hubieran metido los penaltis no estaríamos hablando de esto» ha subrayado Arnau, que ha destacado «el gran trabajo de todos».
Para él «poder competir con el Girona ya es un gran trabajo» y «luego, en el campo, con actitud todo fluye» ha concluido Arnau, que ahora se centra en el próximo encuentro con el filial de la UD Logroñés «y en estar a disposición de este club en lo que me necesiten».
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