La primera logopeda que ejerció en la sanidad pública de La Rioja, Ángeles del Pozo, posa durante una entrevista con EFE en Logroño. EFE/ Raquel Manzanares

La primera logopeda de La Rioja recomienda “tratar con mucha bondad” a los pacientes

Sergio Jiménez Foronda | Logroño, (EFE).- La primera logopeda que ejerció en la sanidad pública de La Rioja, Ángeles del Pozo, ha recomendado a las generaciones actuales que trabajan en esta profesión “tratar con mucho cariño y mucha bondad” a sus pacientes, así como que recuerden en todo momento que “son personas y las tienen que llevar queriéndolas mucho”, ha explicado a EFE en una entrevista.

Ángeles del Pozo (Medrano, La Rioja, 1931) recibe este 17 de enero el reconocimiento del Colegio Profesional de Logopedas de la Rioja y de la asociación ‘Mujeres que dan palabra’ para celebrar su trayectoria y agradecerle su dedicación y compromiso en su ejercicio de la logopedia entre 1977 y 1994.

Esta logopeda, quien fue la primera en obtener una plaza de logopedia en el sistema sanitario público de La Rioja, ha explicado que, cuando llegó a Logroño para empezar a trabajar en esta profesión, tardó un año y medio en conseguir esta plaza, un periodo en el que estuvo “luchando y viajando a todos los sitios para aprender”.

En aquel momento, ha proseguido, todo lo que sabía sobre logopedia era teoría, pero “necesitaba práctica y no conocía nada de nada”, por lo que acudía a Madrid a proveerse de conocimientos y documentación, como “libros y dibujos”.

Ha destacado que el primer paciente que tuvo como profesional, en agosto de 1977, era un señor operado de laringe “muy viejito”, al que siguieron, el mismo mes, otros cuatro pacientes “jóvenes y que estaban operados, pero que en una semana ya hablaban perfectamente”.

Sobre qué le atrajo de la logopedia para convertirla en su profesión, ha respondido que le agradó poder ayudar y “comprender a esa pobre gente que no podía hablar, algo por lo que sus familias también sufrían, y yo veía que se podía hacer un gran bien”.

Del Pozo ha apuntado que, junto al reconocimiento que recibirá este viernes, se queda con el que le han expresado sus pacientes, como, por ejemplo, uno que recuerda que dijo que le tendrían que poner “una estatua” porque acudió a ella sin poder hablar y, al final, pudo hacerlo y aprendió a comunicarse.

La importancia de la formación

Durante el ejercicio de su profesión, Del Pozo se ha encontrado con “muchos problemas de voz y con mucha tartamudez” y, para solucionarlos, le daba mucha importancia a la formación, por lo que “me iba a todos los congresos que había porque yo quería aprender”.

“Mi carrera ha sido prepararme, yo buscaba todos los medios posibles para ir a Madrid con mis hermanos, que eran los que me llevaban, para buscar libros y formarme”, ha subrayado.

La tesorera del Colegio Profesional de Logopedas de la Rioja, Sara Irigoyen, ha remarcado a EFE que este homenaje se debe a que “es importante que se conozca la trayectoria de Ángeles del Pozo y lo que hizo por esta profesión porque es una pionera en esta tierra”.

“Es la primera logopeda que comenzó a trabajar en el sistema público riojano, en el antiguo Hospital San Millán de Logroño, antes de que existiese la carrera universitaria que hoy conocemos y, por tanto, es la que nos ha abierto el camino, algo digno de reconocer”, ha incidido.

Este homenaje se celebrará en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de La Rioja (UR), donde se inaugurará el mismo día la exposición ‘Mujeres que dan palabra’, de la asociación homónima, entre las que está incluida Del Pozo.