Una de las imágenes que se muestran en la exposición 'Punto y seguimos. La vida puede más'. EFE/ Raquel Manzanares

Una exposición fotográfica sensibiliza sobre el drama humano de la trata sexual y laboral

Logroño (EFE).- El centro de Fundación Caja Rioja Gran Vía de Logroño acoge hasta el 22 de febrero la exposición fotográfica ‘Punto y seguimos. La vida puede más’, en la que 29 imágenes tratan de sensibilizar sobre el drama vivido por víctimas de trata sexual, explotación laboral, tráfico de órganos y matrimonios forzados.

El presidente de Caja Rioja, Pablo Arrieta, acompañado por el obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Santos Montoya, han presentado este miércoles en una rueda informativa esta muestra, que se completa con charlas y otras actividades.

El presidente de Fundación Caja Rioja, Pablo Arrieta (c), acompañado por el obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Santos Montoya (iz). EFE/ Raquel Manzanares

La exposición, formada por imágenes tomadas por el fotógrafo Fernando Mármol, fue creada pro la Subcomisión Episcopal de Migraciones y Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Española y se ha exhibido de forma itinerante desde marzo de 2019.

El objetivo de esta iniciativa es visibilizar las situaciones de abuso y explotación humana, que es un negocio ilícito que mueve millones de euros para someter a miles de personas en el mundo, ha precisado Arrieta.

Muestra de la exposición ‘Punto y seguimos. La vida puede más’. EFE/ Raquel Manzanares

Frases sobre su drama

En la exposición, además de fotografías de las víctimas, se incluyen frases de sus protagonistas para expresar el drama vivido; también se muestran es con mensajes de indiferencia de la sociedad hacia esta situación y, por último, se abre una puerta a la esperanza de una vida libre de explotación.

El obispo de la Diócesis riojana ha animado a la ciudadanía a «hacerse cargo» de esta realidad para luchar contra ella y ha agradecido a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y a las organizaciones que se dedican a atender a estas víctimas.

«Aquí hay un infierno que está viviendo mucha gente que ha venido engañada o con el deseo de superar circunstancias particulares en sus respectivos países y se encuentran con que se ha metido en la boca del lobo sin quererlo», ha reflexionado.