Logroño, (EFE).- El actor riojano César Vea ha iniciado este lunes una huelga de hambre ante el Parlamento regional, con el objetivo de que la Cámara impulse una comisión de investigación sobre el proceso por el que se redujo la prima que se preveía apostar a quienes invirtieran en energías renovables.
En su caso, ha detallado, en 2008, junto a su familia, realizó una inversión de un millón de euros en un huerto solar, pero el cambio de normativa «nos llevó a la ruina», según ha explicado a EFE.
HHa indicado que tiene la intención se mantener su huelga de hambre «hasta que venga la ambulancia, si es necesario», porque «la salud y la carrera ya me la han quitado», pero «no me han ganado».
Pretende permanecer cada día en la plaza del Parlamento, junto a una gran pancarta en la que denuncia haber sido arruinado por el PSOE; pernoctará en su casa y regresará cada mañana al mismo lugar.
Esta es la tercer huelga de hambre que emprende por este motivo y «va a ser la última» porque «la salud ya me la han quitado y quiero ver cómo de fría es la sangre de los políticos en La Rioja» en referencia a su demanda de una comisión que investigue lo sucedido y en la que quisiera que compareciera el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
Ha considerado que «lo que realmente sería de justicia es volver a la prima que se firmó con el Estado y se publicó en el Boletín Oficial».
«Es una injusticia que se le hizo a 62.000 familias, aunque me he quedado solo», ha afirmado Vea, quien ha asegurado que «el PSOE me intentó comprar el silencio y dije que no, aunque ahora, quizás, me vendería si me pagaran lo que me han robado porque quiero solucionar mi caso».
Para él, la proliferación de pequeñas instalaciones de energías renovables fue «la mejor idea que se ha tenido en este país en mucho tiempo, pero, evidentemente, en este país mandan las eléctricas y reclamaron que el negocio no cambiara».
«¿Qué hubiera pasado sin lo que ocurrió?», ha cuestionado el actor, en alusión al cambio de normativa y de prima, ya que, en su opinión, «España sería pionera en producción energética sostenible y se hubieran generado cientos de miles de puestos de trabajo».
Sin embargo, «hay a quien no le interesa que la energía para la gente no sea gratis a partir de tres o cuatro años, que es lo que cuesta amortizar una instalación», ha subrayado.