Logroño (EFE).- El director general de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, José Luis Lapuente, ha dicho este viernes que la amenaza de imponer aranceles del 200 % al vino anunciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, supondría «una estocada tremenda», ya que «triplicaría su precio y lo abocaría a salir de los lineales».
En declaraciones a los periodistas, Lapuente ha confiado en que la imposición de los aranceles al vino «se quede en una amenaza» y el vino salga de esta ecuación, para lo que se están haciendo «muchos esfuerzos» de cara a los Ministerios de Agricultura, de Economía y Hacienda y con la Embajada estadounidense en España.
Ha precisado que diferentes organizaciones han pedido que no aparezca el vino en las listas preliminares que elabora la Unión Europea (UE) y que este producto quede fuera de cualquier recargo.
Efecto en el vino californiano
Sin embargo, ha dicho que también hay que evaluar el efecto que tendrían esos aranceles en los vinos californianos y el propio impacto en el negocio en la hostelería estadounidense.

Ha explicado que «el vino tiene nombre y apellidos, no es un genérico que se pueda sustituir por otra cosa, sino que está demandado por consumidores, que, además, son fieles a Rioja», denominación a la que pertenecen las comunidades riojana, vasca y navarra.
El sector de las hostelería de Estados Unidos tiene una estructura salarial que depende de las propinas, ha añadido, por lo que si el consumo se retrae, se perderán puestos de trabajo y habrá «un daño», más allá de la escalada de precios, que no pueden asumir, ni la bodega ni la distribución y terminará en el consumidor, ha indicado.
Cordura y templanza
«Esta escalada fiscal es un sinsentido», ha subrayado, porque no deja de ser un gravamen de recaudación que no terminará beneficiando a nadie.
Por ello, ha pedido «cordura, templanza y no agotar ninguna posibilidad para evitar que esta sinrazón termine afectando a todo tipo de producto».

Un mercado estratégico
El mercado de Estados Unidos, ha señalado, «no es tremendamente importante» para la DOCa, porque en volumen supone el 4 % de la comercialización de Rioja y aproximadamente el 10 % de la exportación, pero es «un mercado estratégico, rentable y peleado con inversiones durante mucho tiempo y se tiene que preservar».
En valor, supone 10 millones de euros en ventas, ocupa el segundo lugar y tiene «un potencial crecimiento en cuanto al incremento de consumo per cápita».
La facturación a precio de bodega por la venta de vino de Rioja en Estados Unidos supone 70 millones de euros, que «se perderían» y que habría que «intentar colocar» en otro sitio, como Canadá, donde hay oportunidades porque han tomado «represalias» contra los vinos estadounidenses.