Logroño, (EFE).- La imposición de aranceles no es buena ni en el inicio, como ahora avanza el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ni como respuesta, como plantea la Unión Europea; mientras que lo que sí es «inteligente» es buscar nuevos mercados a los que exportar, ha detallado el economista Jaime García-Legaz.
García-Legaz, quien fue secretario de Estado de Comercio de España entre 2011 y 2016, ha intervenido en Logroño en un foro económico organizado por el diario La Rioja.
Durante su conferencia, ha afirmado que «Donald Trump ha cambiado el escenario y es difícil saber cómo va a acabar la guerra comercial que ha iniciado», pero «pensar que los aranceles sirven para todo, como él plantea, es una falsedad».
«Lo que sí es una certeza es que los aranceles son un error económico que se paga y va a empezar a pagarlo la economía de Estados Unidos», ha asegurado, aunque «el problema es que va a arrastrar al resto».
Por eso, cree que «responder a los aranceles con otros aranceles no es lo racional, lo lógico es no hacer nada, porque al aplicar un arancel te haces daño a ti mismo», ha afirmado este experto, quien entiende que «políticamente es difícil explicar que lo mejor es no hacer nada».
«En realidad, el problema no son los aranceles en sí, porque si hay un anuncio y se cumple los empresarios, saben a qué atenerse, pero ahora, con Trump, el escenario es poco previsible y no tenemos capacidad de saber con certeza qué va a pasar», ha dicho.
l discurso del presidente de Estados Unidos es «comprensible para sus votantes», ha proseguido, pero no es real porque «si fuese tan fácil como él expone, que con aranceles, los coches u otros productos de fuera se van a fabricar allí, todos los países pondrían aranceles del tres mil por ciento».
Cree que, «en un tiempo, se va a ver que todo lo que propone (Trump) es falso», pero, «mientras tanto, vamos a pasar por un periodo difícil».
Ha pedido a las empresas «mirar a otras economías, como las de Asia e India», donde «cada vez hay más renta y se imponen patrones de consumo occidentales».
«Tenemos que ser conscientes de que los mercados no son ya ni Europa, ni Estados Unidos, ni Latinoamérica» y «hay que mirar a otros que habíamos descuidado», ha subrayado.
Ha llamado la atención de que es China «la que también quiere potenciar ese intercambio» y «lleva tiempo invirtiendo en infraestructuras como puertos o ferrocarriles», además de «trabajar en una nueva ruta de la seda, algo que para los europeos puede ser interesante».