Logroño (EFE).- Eva Loza ha comunicado que ha decidido mantener su acta de concejala en Logroño tras darse de baja en el PSOE el pasado día 1 y no renunciar a ella, por lo que pasará a ser edil no adscrita, y ha incidido en que mantiene su compromiso con la capital riojana «intacto».
«No renuncio a ser concejala. No renuncio» es el título del comunicado enviado a EFE por Loza, para quien convertirse en concejala no adscrita implicará la pérdida de todos los derechos y condiciones asociados a formar parte de un grupo político.
«Para mí, lo fácil habría sido quedarme callada y seguir cobrando un salario público, pero mis principios no me lo permiten y no si no se trabaja con honestidad, con coherencia y con la mirada puesta en servir a la ciudadanía».
Por eso se queda, ha subrayado, para «seguir trabajando, para cumplir con mis obligaciones, para vigilar cuestiones que me han dejado preocupada porque sigo siendo concejala y mi compromiso con Logroño sigue intacto».
Ha aclarado que, hasta ahora, cobraba 3.298 euros brutos al mes con una dedicación parcial del 75 % y con su decisión actual pasará a cobrar «cero euros».
Su objetivo es ser «una política, una persona en la que la ciudadanía confía, sin estructuras de partido, pero con principios; sin etiquetas, pero con voz y con la mirada puesta en Logroño».

Salida respetuosa del PSOE
Ha explicado que la frase concreta que le hizo tomar la decisión de quedarse en la Corporación fue «en cuanto hablas con esta chica, te das cuenta de que no está bien», pronunciada por un dirigente del PSOE de Logroño y que alude a la salud mental.
«Fría, calculada, mezquina, dañina y, además, falsa», ha precisado sobre esa frase.
Respecto a la salida del PSOE, ha afirmado que lo hizo «de la forma más respetuosa y haciendo el menor ruido posible», dado que si ha habido ruido, lo que hecho el PSOE, no ella.
Loza ha asegurado que comunicó su baja del PSOE, al que se afilió hace 19 años, con «orden, respeto y transparencia» porque «no quería filtraciones, ni rumores, ni versiones cruzadas» y lo hizo «sola, sin ruido, sin cálculo».
Cree que se le ha exigido el acta de concejala, «que es mía», en «un tono muy poco respetuoso» y ha dicho que el PSOE tramitó su baja en menos de 24 horas.