SAN VICENTE DE LA SONSIERRA (La Rioja) 18/04/2025.- Seis disciplinantes han participado este Viernes Santo en la procesión del Vía Crucis de San Vicente de la Sonsierra, ante miles de personas. Así ha continuado la tradición medieval que la Cofradía de la Vera Cruz revive desde el siglo XV en este municipio riojano durante el Jueves Santo y el Viernes Santo, además de una vez en mayo y otra en septiembre..-EFE/Raquel Manzanares

Viernes Santo con seis disciplinantes en el Vía Crúcis de San Vicente

San Vicente de la Sonsierra, (EFE).- Seis disciplinantes han participado este Viernes Santo en la procesión del Vía Crucis de San Vicente de la Sonsierra, ante miles de personas.

Así ha continuado la tradición medieval que la Cofradía de la Vera Cruz revive desde el siglo XV en este municipio riojano durante el Jueves Santo y el Viernes Santo, además de una vez en mayo y otra en septiembre.

El ritual del Viernes Santo se diferencia del el de el día anterior en que los disciplinantes llegan en procesión al Calvario con las estaciones del vía crucis y luego es cuando los «picaos» empiezan con su disciplina.

Han sido seis los que han decidido «picarse» en señal de penitencia, que se suman a los 12 que lo hicieron en la procesión del Jueves Santo y a 5 más en la hora santa de la jornada de ayer; los «picaos» también saldrán este viernes en la procesión del Santo Entierro.

Cuando han comenzado con este rito, junto a cada uno de ellos un miembro de la cofradía ha realizado el recorrido como «práctico», que pincha poco a poco los hematomas que se han producido en la espalda, para que la sangre mane de cada uno de ellos.

Seis disciplinantes han participado este Viernes Santo en la procesión del Vía Crucis de San Vicente de la Sonsierra, ante miles de personas.- EFE/Raquel Manzanares

Todo bajo la atenta mirada de miles de personas de personas, que han tratado de mantener el silencio respetuoso ante los protagonistas de esta tradición que se remonta al menos al siglo XVI ya que los estatutos de la Cofradía se remontan a 1551, aunque hay documentos que la citan ya en 1524 e incluso otros anteriores en los que se habla de los disciplinantes.

Este Jueves Santo, como desde hace siglos, los doce disciplinantes se han vestido con un hábito, han ofrecido su disciplina y han descubierto su espalda para iniciar el recorrido en el que con un madeja de hilos se han golpeado alrededor de mil veces, lo que les causa hematomas que deben ser pinchados para sangrar.

El utensilio que tradicionalmente se utiliza para «picar» se denomina «esponja» y consiste en una bola de cera virgen con 6 cristales incrustados de dos en dos, de manera que cada disciplinante recibe 12 pinchazos.

Para finalizar, ya de nuevo en la sede de la cofradía se lavan las heridas de cada disciplinante, que abandona el lugar de forma anónima.