Fotografía de archivo del lago Neusiedl entre Austria y Hungría. EFE/Amaia Echevarria

El año 2024 fue el más cálido en Europa hasta la fecha, según varios organismos internacionales

Berlín / Bruselas (EuroEFE).- El año 2024 fue el más cálido en Europa desde que hay registros, según el informe conjunto del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) y de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) publicado este martes, que presta además especial atención a fenómenos climáticos como la dana en Valencia.

En casi la mitad de Europa, en particular en las regiones central, oriental y suroriental, se midieron el año pasado temperaturas récord, según coinciden los seis conjuntos de datos empleados, con anomalías de hasta 2-3 ºC por encima de la media en algunas partes, incluido el sur de España.

Según el conjunto de datos de C3S, el año pasado la temperatura media europea se situó 1,5 ºC grados por encima del periodo de referencia de 1991-2020, batiendo por tres décimas el anterior récord de 2020.

Además, el año pasado la temperatura de la superficie del mar en Europa fue la más alta registrada, 0,7 ºC por encima de la media y en el Mediterráneo hasta 1,2 ºC por encima.

Los expertos recordaron que Europa se está calentando a un ritmo que duplica la velocidad global y apuntaron a que el 45 % de los días del año pasado fueron mucho más cálidos que la media.

Los extremos

El informe sobre el Estado del Clima Europeo (ESOTC) de 2024 también hace énfasis en el contraste entre la sequía y la escasez de precipitaciones en Europa oriental y la humedad en la parte occidental del continente, donde 2024 fue uno de los años más lluviosos desde 1950.

2024 cálido
Fotografía de archivo de una garza. EFE/Kai Försterling

Los fenómenos como borrascas e inundaciones -entre los que destacó la dana de Valencia- se cobraron al menos 335 vidas y afectaron a unas 413.000 personas.

«El informe demuestra que Europa se ve severamente golpeada por el cambio climático«, dijo durante la presentación en una rueda de prensa virtual la vicepresidenta de la unidad de observación terrestre de la Comisión Europea (CE), Elisabeth Hamdouch.

El riesgo de inundaciones, en aumento

El estudio presta atención a los fenómenos extremos asociados a la borrasca Boris, que provocó víctimas y daños en ocho países de Europa central y del este en septiembre, y la dana que azotó la Comunidad Valenciana y otras regiones españolas aledañas en octubre.

Según explicó Samantha Burgess, del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM), durante la dana se batieron los récords nacionales de precipitaciones totales en una, seis y 12 horas, mientras que el total máximo medido en 24 horas alcanzó 771,8 milímetros, el segundo más alto medido en España.

La intensidad de las precipitaciones está relacionada probablemente con el cambio climático, señalaron tanto Burgess como Carlo Buontempo, el director de C3S, ya que la mayor temperatura de la atmósfera y de la superficie del mar fomenta la acumulación de vapor de agua en las nubes.

El informe recordó que según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), Europa es una de las regiones con el mayor aumento previsto del riesgo de inundaciones.

Fotografía de archivo facilitada por Birding Canarias de un ejemplar de espátula euroasiática en Esayura (Marruecos). EFE

Celeste Saulo, la vicepresidenta de la OMM, aludió también a la dana al destacar la importancia de los sistemas de alerta temprana y de no limitarse solo al monitoreo y a la predicción.

«También se trata de comprender y comunicar el riesgo, de respuesta y preparación. Son los cuatro pilares en los que estamos intentando avanzar para que los países puedan estar mejor preparados», enfatizó.

Un gran contraste este-oeste

Uno de los aspectos más llamativos del clima europeo el año pasado es la relativamente inusual distribución del contraste de las condiciones meteorológicas, este-oeste en vez de norte-sur, el eje que enfatizan la mayoría de las proyecciones sobre el futuro del cambio climático.

Buontempo señaló que es difícil determinar si el fenómeno guarda relación con el propio cambio climático, aunque no excluyó la posibilidad de que este contraste este-oeste esté relacionado con los cambios en la circulación atmosférica.

Uno de los escasos aspectos positivos que emergen del informe es que la proporción de electricidad generada a partir de energías renovables en Europa alcanzó también un máximo histórico de casi la mitad, situándose por primera vez en el 45 %.

Advertencia de los ecologistas

Tras la publicación del informe, las grandes organizaciones ecologistas Greenpeace y WWF reclamaron que la UE se marque un objetivo climático ambicioso en 2040.

«La UE debe actualizar urgentemente sus objetivos climáticos para reflejar la realidad científica y poner fin a nuevos proyectos de combustibles fósiles como primer paso hacia su eliminación total», indicó Greenpeace en un comunicado.

La Comisión Europea planteó hace un año que la reducción de CO2 en la UE en 2040 debería ser al menos del 90 % respecto a 1990, en línea con la trayectoria del 55 % en 2030 y con el consenso científico.

El Ejecutivo comunitario tenía previsto presentar ese objetivo a los Estados y al Parlamento Europeo en el primer trimestre de 2025, pero Bruselas ha abierto la puerta a plantear legalmente una meta menos ambiciosa.

La Comisión trabaja ahora con la idea de poder alcanzar «antes del verano» un acuerdo con la Eurocámara y los países de la UE, pero no garantiza que vaya a mantenerse el nivel de ambición del 90 %.

«Es nuestro punto de partida. Al mismo tiempo, quiero garantizar que somos sensibles a las peticiones de un poco de pragmatismo y sobre cómo vamos a hacer que funcione», dijo a inicios de abril el comisario de Acción Climática, Wopke Hoekstra, en una entrevista con EFE y otros medios de comunicación.

Los datos del nuevo informe «son impactantes: las únicas zonas de Europa que no están siendo literalmente hervidas están siendo arrasadas por inundaciones», apuntó el responsable de clima y energía de Greenpeace UE, Thomas Gelin.

Esa plataforma medioambientalista llamó a la UE a obligar a las compañías gasísticas y petroleras a compensar los daños por el CO2 emitido por los combustibles fósiles con los que comercian.

«Gravar a los contaminadores podría generar fondos para ayudar a las comunidades en Europa y en todo el mundo a recuperarse, reconstruirse e invertir en soluciones climáticas», añadió Greenpeace.

En la misma línea, la organización WWF lamentó que los políticos europeos sigan «estancados» con respecto al objetivo climático de la UE para 2040 pese a un informe científico que muestra que «los efectos del cambio climático van mucho más allá del aumento de temperaturas», pues Europa sufrió «inundaciones intensas, una importante pérdida de hielo y un incremento de las precipitaciones en las regiones occidentales».

«El informe sobre el Estado del Clima en Europa muestra que se necesita una acción urgente si queremos mantener el aumento de temperatura en 1,5 °C y evitar un cambio climático descontrolado», señaló el responsable de políticas climáticas en WWF UE, Michael Sicaud-Clyet.

En vez de rebajar su ambición, esa ONG considera que la UE «debe aspirar a la neutralidad climática total para 2040 para reflejar sus emisiones históricas y su parte justa en el esfuerzo global».

WWF subrayó también que el informe señala que 2024 fue el año con las inundaciones más extendidas desde 2013 y pidió soluciones de adaptación «basadas en la naturaleza».

«Los sistemas hídricos de Europa no están preparados para amortiguar los impactos de un clima cambiante. Las devastadoras inundaciones del año pasado y el creciente estrés térmico mostraron lo que sucede cuando ríos, humedales y acuíferos degradados son llevados al límite», declaró la responsable de políticas de Agua y Adaptación Climática WWF Europa, Codruta Savu.