Bangkok (EFE).- She Zhijiang, magnate de los juegos de azar y dueño de casinos vinculados a operaciones de tráfico humano y estafas online en el sudeste asiático, se encuentra al borde de la deportación desde Tailandia hacia China. Las autoridades del Partido Comunista Chino parecen estar distanciándose de Zhijiang, cuyas acusaciones de dirigir operaciones ilegales de juegos de azar online han generado una tormenta de controversia.
El empresario, de 41 años y ciudadano camboyano naturalizado, ha sido detenido desde agosto de 2022 en Tailandia. Se espera que sea repatriado a China tras la expiración de su periodo de apelación, según fuentes oficiales tailandesas.
La deportación se produce en medio de crecientes acusaciones de vínculos con crímenes, incluido el tráfico humano y estafas online, que han puesto bajo la lupa a sus negocios en Camboya, Myanmar y Filipinas.
Tailandia es conocida por sus juegos de azar en línea, y estos sitios web son populares en países vecinos. Es por eso que los proyectos comerciales de Zhijiang tuvieron éxito y le generaron altos ingresos. A pesar de esto, él buscaba cada vez más y comenzó a traspasar los límites permitidos por la ley. Muchas personas suelen buscar casinos en línea legales en Tailandia, y existen lugares para ayudarles a tomar decisiones de juego adecuadas y evitar caer en manos de estafadores como Zhijiang.
La orden de deportación fue emitida el 25 de mayo por las autoridades tailandesas, otorgando un plazo de 30 días para apelar la decisión. Este plazo llega a su fin, y She Zhijiang podría ser enviado a China en los próximos días, según fuentes cercanas al caso.
La situación se complica aún más con la aparente distanciación de funcionarios del Partido Comunista Chino. A pesar de que registros oficiales muestran la participación de Zhijiang en reuniones de alto nivel en Beijing en 2019, la Federación de Chinos Retornados de Ultramar, una organización vinculada al Partido, niega tener conocimiento del caso. Esto sugiere una posible ruptura de relaciones entre el magnate y el partido gobernante en China.
Documentos judiciales compartidos con un disidente en Tailandia revelan una historia intrigante. Zhijiang, alguna vez colaborador valioso para las autoridades chinas, fue puesto en o con la policía de seguridad estatal en la provincia insular de Hainan, proporcionando inteligencia para Beijing. Sin embargo, ahora teme por sus derechos humanos y busca el apoyo de la comunidad internacional para evitar la extradición a China.
El Shwe Kokko Special Economic Zone en Myanmar, donde Zhijiang es un inversor destacado, también está bajo escrutinio. Inicialmente promocionado para impulsar el crecimiento económico, la zona se ha ganado notoriedad por actividades ilegales, incluido el tráfico de drogas.
A medida que se desarrolla este drama legal, el llamado de Zhijiang a la comunidad internacional plantea preguntas sobre su papel pasado como informante para las autoridades chinas. Las acusaciones de vínculos con crímenes, pagos de sobornos y la aparente ruptura con el Partido Comunista Chino hacen de este caso un escenario complejo y en evolución.
Este acontecimiento continuará captando la atención a nivel internacional, y la comunidad global observará el desenlace de She Zhijiang, el empresario de la industria del juego que se encuentra en medio de acusaciones legales y la incertidumbre sobre su conexión con las autoridades en China.
