Bruselas (EFE).-Los ministros de Defensa de la OTAN acordaron este viernes un plan para que la Alianza lidere la coordinación de la ayuda militar internacional que recibe Ucrania para defenderse de la invasión rusa, así como de las iniciativas de adiestramiento de sus fuerzas.
“Estos esfuerzos no convierten a la OTAN en parte del conflicto, pero reforzarán nuestro apoyo a Ucrania para que se respete su derecho a la autodefensa”, indicó el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa al término de una reunión de dos días de los ministros.
Disuasión y defensa
En la segunda y última sesión de la reunión, los ministros han centrado sus deliberaciones en la política de defensa y disuasión de la Alianza y posteriormente han participado en el encuentro del grupo de planificación nuclear de la OTAN que se organiza una vez al año en formato de titulares de Defensa.

El jueves, Stoltenberg ya avanzó que debatirían “un nuevo compromiso industrial” para “aumentar la producción militar y consolidar la cooperación a largo plazo con nuestra industria”.
Antesala de la cumbre de Washington
Los ministros concluyen así su última reunión antes de la cumbre de Washington, en la que la Alianza conmemorará su 75 aniversario, después de celebrar el jueves un Consejo OTAN-Ucrania y participar en una nueva sesión del Grupo de o de apoyo a Ucrania, que dirige Estados Unidos y en el que participa más de medio centenar de países.

De cara a la cumbre, los aliados han estudiado también dar luz verde a un compromiso financiero de 40.000 millones de euros al año para Ucrania, a fin de que el país exsoviético siga contando con un apoyo militar predecible en el futuro.
La postura de Hungría
El titular canadiense, Bill Blair, elogió a Estados Unidos por su liderazgo a la hora de «ayudar a coordinar el apoyo a Ucrania».
Sobre la decisión de Hungría de rechazar implicarse en las nuevas iniciativas de apoyo a Ucrania, el ministro estonio señaló que «tenemos que entender que cuando todos estamos en esta Alianza, también aceptamos las normas de la Alianza».
«A veces tenemos algunos puntos de vista un poco divergentes, pero en la cuestión más importante, la cuestión geoestratégica, todavía veo que hay un consenso», apuntó su homólogo letón, Andris Spruds.