Washington (EFE).- Estados Unidos cerró este lunes la puerta a retomar las conversaciones con Irán sobre la posibilidad de restaurar el acuerdo nuclear y levantar las sanciones sobre Teherán, después de la victoria de Masud Pezeshkian en las recientes elecciones iraníes.
En una rueda de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, negó que Washington esté dispuesto a retomar las conversaciones con Irán, unas declaraciones que llegan después de que el Gobierno iraní informó este mismo lunes que está dispuesto a retomar el diálogo.
«No estamos en posición de volver a la mesa de negociaciones con Irán solo por el hecho de que hayan elegido un nuevo presidente», afirmó Kirby.
Irán respaldaría grupos terroristas
El portavoz dijo que la negativa se debe a que Irán continúa apoyando a grupos considerados terroristas por Estados Unidos, como el palestino Hamás y el libanés Hezbolá, además de respaldar a los hutíes en sus ataques contra buques en el Mar Rojo.

Según EE.UU., Irán también está dando tecnología y drones a Rusia en la guerra contra Ucrania.
Las declaraciones de la Casa Blanca se dan solo horas después de que el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Naser Kananí, afirmó este lunes que su país mantiene abiertos los canales diplomáticos para tener diálogos “indirectos” con EE.UU. sobre el acuerdo nuclear.
Nuevo presidente buscaría acercamiento
El ya presidente electo iraní, Masud Pezeshkian, prometió durante toda su campaña a las elecciones que se esforzará por tener un acercamiento hacia los países de occidente y dialogar para alcanzar un acuerdo que elimine las sanciones contra Irán, y así, mejorar la economía del país.
Irán siempre ha culpado a EE.UU. y a los países de Europa de incumplir el acuerdo nuclear firmado en 2015, especialmente después de que Donald Trump, sacara a su país del pacto en 2018 y reimpusiera sanciones contra Teherán, golpeando la economía iraní que tiene una inflación de 40 %.
Como respuesta, Irán redujo sus compromisos con el pacto gradualmente y ahora está enriqueciendo y acumulando cantidades significativas de uranio con una pureza del 60 %, cercano ya al nivel necesario del 90 % para fabricar armas atómicas.