El presidente de EE.UU., Joe Biden, en una fotografía de archivo. EFE/Samuel Corum/Pool

Otros diez demócratas del Congreso piden a Biden que ponga fin a su campaña

Washington (EFE).- Otros diez demócratas del Congreso han urgido este viernes al presidente estadounidense, Joe Biden, que ponga fin a su campaña de reelección y «pase el testigo» para que un líder más joven pueda enfrentarse al exmandatario Donald Trump (2017-2021) en las elecciones de noviembre.

Con estos diez demócratas, se eleva a 35 el número de del Congreso que piden la retirada de Biden, lo que constituye más del 13 % de los de la Cámara Baja y del Senado que conforman la bancada demócrata. De los 35 que protagonizan la revuelta, 32 son legisladores y tres senadores.

¿Quiénes son los demócratas que se suman al llamado a Biden?

El primero en pedir la retirada de Biden este viernes fue Sean Casten, de Illinois, quien en una columna de opinión en el diario Chicago Tribune titulada «Es hora de pasar el testigo» afirmó que, aunque le «rompía el corazón decirlo», tenía que declarar que el presidente «ya no está a la altura del cargo».

Poco después, en un comunicado conjunto, otros cuatro demócratas exhortaron a Biden también a «pasar el testigo a una nueva generación de líderes demócratas».

Aunque expresan su «gran iración» por Biden, argumentan que hay que «enfrentar la realidad» de que existe preocupación entre el público sobre su «edad y aptitud» para gobernar durante otros cuatro años y vencer a Trump en noviembre.

Fotografía de archivo que muestra a Marc Veasey, representante de Texas en la Cámara Baja de EE.UU.. EFE/Michael Reynolds
Fotografía de archivo que muestra a Marc Veasey, representante de Texas en la Cámara Baja de EE.UU.. EFE/Michael Reynolds

«Creemos que lo más responsable y patriótico que puede hacer en este momento es retirarse como nuestro candidato mientras continúa liderando nuestro partido desde la Casa Blanca», afirman en el comunicado.

Entre los legisladores que firman el comunicado figura el afroamericano Marc Veasey, representante de Texas y el primer miembro del Caucus Afroamericano en dar la espalda a Biden, abriendo una grieta en lo que ha sido el bloque de apoyo más sólido del presidente en el Congreso.

También suscriben la carta el hispano Jesús ‘Chuy’ García, nacido en Durango (México) y miembro del caucus hispano, así como Marc Pocan de Wisconsin y Jared Huffman de California, aliado de una de las legisladoras de ese estado, la influyente Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes.

Vencer a Trump es el objetivo

Posteriormente, el senador Martin Heinrich de Nuevo México instó a Biden a «pasar el testigo» para permitir que el partido se una en torno a un candidato capaz de vencer a Trump, convirtiéndose así en el tercer miembro del Senado en pedir la retirada del presidente.

A su voz se sumó poco después la de la representante Zoe Lofgren, de California, aliada también de Pelosi, quien hizo pública una carta que había enviado a Biden la noche del jueves y en la que avisaba que Estados Unidos pagará un «precio terrible» si no pone fin a su campaña.

El senador Martin Heinrich, de Nuevo México, en una fotografía de archivo. EFE/Evelyn Hockstein/Pool
El senador Martin Heinrich, de Nuevo México, en una fotografía de archivo. EFE/Evelyn Hockstein/Pool

La legisladora Kathy Castor, de Florida, urgió a Biden a «pasar el testigo» en declaraciones a la televisión local WFLA, mientras que el demócrata Greg Landsman, de Ohio, afirmó en la red social X que «hay demasiado en juego» en las elecciones para que Biden continúe como el candidato demócrata.

Este goteo de legisladores aumenta la presión sobre Biden, quien ha visto en las últimas horas como flaquea su apoyo entre figuras clave del partido. Según informó ayer The Washington Post, el expresidente Barack Obama ha manifestado a su círculo cercano que Biden debería «reconsiderar seriamente» el futuro de su candidatura.

El llamamiento para que Biden se retire surgió después del debate del 27 de junio contra Trump, en el que el mandatario, que con 81 años es el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos, proyectó una imagen envejecida y tuvo dificultades para concluir algunas frases.