El ministro de Hacienda de Colombia, Ricardo Bonilla, en una fotografía de archivo. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

Renuncia el ministro de Hacienda de Colombia tras revelar un posible nuevo escándalo para Petro

Bogotá (EFE).- El ministro de Hacienda de Colombia, Ricardo Bonilla, presentó este miércoles su «renuncia irrevocable», después de que el propio presidente y su aliado desde hace años, Gustavo Petro, se la pidiera en mitad de escándalos que salpican a las dos partes y un aparente fuego cruzado.

Petro lleva días defendiendo a su ministro de Hacienda, quien lo acompaña en su círculo más próximo desde que era alcalde de Bogotá, frente a las acusaciones de que le señalaban en el escándalo de corrupción más grande que enfrenta el Gobierno y que tiene como centro la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD).

Bonilla fue señalado como la persona que autorizó el desembolso del presupuesto de la UNGRD, después de que se conociera la malversación de 46.800 millones de pesos (unos 11,7 millones de dólares) en la compra de 40 camiones cisterna para llevar agua potable a zonas desérticas del departamento caribeño de La Guajira.

Según un chat publicado por Noticias Caracol, el ahora exministro supuestamente coordinó la adjudicación de tres contratos por 92.000 millones de pesos (unos 23 millones de dólares) para beneficiar a seis congresistas a cambio de que apoyaran la ampliación del cupo de endeudamiento del Gobierno. Sin embargo aún no cuenta con una acusación formal por parte de la Fiscalía y solo le están investigando.

Bonilla, quien llegó al cargo en mayo de 2023 cuando sustituyó a José Antonio Ocampo, ha justificado su renuncia para centrarse en su «defensa como ciudadano desprovisto de la condición de funcionario público» y «evitar cualquier daño al devenir del gobierno en su agenda pública».

Una renuncia forzada

Después de una defensa a ultranza, asegurando que lo respetaba muchísimo por «su profundidad intelectual como economista de verdad» y asegurar que la «acusación a Bonilla es injusta», hoy Petro ha cambiado de opinión y, en el que quizás sea el trino más largo de un presidente que gobierna a través de X, le ha pedido la renuncia, no por considerarlo culpable, sino porque lo están “despedazando”.

Lo ha hecho con una excusa vaga, sin hacer alusión al caso de la UNGRD, destacando la buena labor de Bonilla como ministro y el buen estado de la economía, logrando sacar «a Colombia de la recesión por el sobre endeudamiento que dejó (Iván) Duque».

«Antes de caer en la trampa tendida por la extrema derecha financiera y sus políticos y la gran mafia, yo prefiero que el doctor en economía, ingenuo por no tener práctica política, coja el camino digno de Varoufakis y renuncie y no se ensucie como Tsipras», estimó Petro.

Contraataque de Bonilla

Sin embargo, esta renuncia se produce el mismo día que se ha conocido una arremetida del propio Bonilla con lo que más le duele a Petro, su familia.

Este mismo miércoles se ha conocido una carta enviada a finales del mes pasado por Bonilla a la Fiscalía en la que informa al ente acusador de presuntos hechos ilegales del hijo adoptivo del mandatario y primogénito de su esposa, Nicolás Alcocer, y al presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa.

Fotografía de archivo que muestra a Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol y exgerente de la campaña a la Presidencia de Colombia de Gustavo Petro. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda
Fotografía de archivo que muestra a Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol y exgerente de la campaña a la Presidencia de Colombia de Gustavo Petro. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

La carta se envía respecto a la investigación sobre la central hidroeléctrica Urrá, ubicada en el Caribe, y en ella el ministro quiere aportar al ente acusador supuesta información que le ha llegado sobre las presiones indebidas para favorecer contratos con la hidroeléctrica, cuya mayoría accionaria la tiene el Estado.

El economista asegura que Roa, quien fue el gerente de la campaña de Petro y ya está siendo investigado por posibles irregularidades en la financiación de la misma, «quiere quedarse con toda la energía y las empresas rentables del sector».

Y también denuncia a Alcocer, que es el segundo hijo de Petro al que salpica la polémica, por estar buscando «ejercer presiones indebidas» en la junta de Ecopetrol «para tomar control de la misma y favorecer a sus amigos más cercanos».

Además de denunciar a funcionarios y contratistas externos, que habrían contado con «pleno conocimiento interno y privilegiado a la información técnica», Bonilla habla de presuntas presiones ejercidas por Roa y Alcocer sobre la junta directiva de Urrá.

Antecedentes de denuncias contra la familia de Petro en Colombia

No es la primera vez que un hijo de Petro se ve involucrado en un caso que estudia la Fiscalía, pues el primogénito, Nicolás Petro, está actualmente acusado de presunto lavado de activos, enriquecimiento ilícito y violación de datos personales y se encuentra en detención domiciliaria en Barranquilla desde mediados del año pasado.

Después de su detención en julio del año pasado, el hijo del presidente Petro reconoció, según la Fiscalía, que recibió dinero para la campaña de Samuel Santander Lopesierra -extraditado y condenado en Estados Unidos por narcotráfico en 2007- y de Gabriel Hilsaca Acosta, hijo del controvertido empresario Alfonso ‘Turco’ Hilsaca.

La Fiscalía asegura que Nicolás Petro «ocultó y encubrió» sumas de hasta 500 millones de pesos (unos 119.000 dólares de hoy) entregados por políticos como Máximo Noriega, señalado de ser el intermediario entre posibles narcotraficantes y el hijo del presidente.

Parte de ese dinero supuestamente entró a la campaña Petro Presidente en 2022, aunque Nicolás Petro aseguró en una entrevista con la revista Semana que el mandatario no lo sabía, en un caso por el que también se cuestiona a Roa.