Damasco (EFE).- Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos, y el grupo armado proturco Ejército Nacional Sirio (SNA) protagonizaron este jueves nuevos enfrentamientos cerca de la localidad de Manbech, en el norte de Siria, donde ayer los bandos acordaron un alto el fuego.
«Nuestras fuerzas están repeliendo actualmente un ataque de los mercenarios de ocupación turcos contra la presa de Tishrín, que utilizan tanques y vehículos aéreos no tripulados turcos, al sureste de la ciudad de Manbech», dijo en su cuenta de X el portavoz de las FSD, Farhad Shami.
El portavoz indicó que los enfrentamientos se desarrollan en medio de «temores por la seguridad de la presa como resultado de los intensos bombardeos de los aviones de guerra, tanques y mercenarios turcos», sin aportar más detalles.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que los enfrentamientos entre las FSD y el SNA, financiado y entrenado por Turquía, se están produciendo «en la línea de frente de la presa Tishrín», que separa de oeste a este del río Éufrates las localidades de Manbech y Al Raqqa.
La ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, apuntó que hasta el momento no hay información de víctimas mortales en estos combates.
Los combates desplazan a 80.000 personas
Si hay estimaciones de desplazados. Según ha informado este jeves Médicos sin Fronteras, los combates entre distintas facciones en el norte de Siria han obligado a unas 80.000 personas a huir hacia el noreste del país árabe.
La ONG destacó que, según datos de las autoridades locales, estos desplazados ya se vieron obligados a marchar de la localidad de Afrín en 2018 y ahora se enfrentaron a una relocalización en una zona con «importantes retos humanitarios e inseguridades», como es el área del noreste de Siria, concretamente Tabqa, Al Raqa y Al Hasakah.
Según la organización, «las necesidades humanitarias en la región son cada vez mayores» debido a los numerosos enfrentamientos y el retorno de personas al país.
Quiénes son el SNA y el HTS

El SNA forma parte de la coalición insurgente que derrocó al régimen del presidente sirio Bachar al Asad y que está liderada por la alianza islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS u Organismo de Liberación del Levante), heredera de la exfilial de Al Qaeda en Siria.
Sin embargo, mientras el HTS se ha centrado en controlar Damasco y en consolidar territorio tras el éxito de sus 12 días de vertiginosa ofensiva, las facciones proturcas han emprendido una operación contra los kurdosirios del norte de Siria para romper las líneas de suministro de las FSD, aliadas de Estados Unidos.
Las FSD
El principal componente de las FSD son las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), que Turquía considera filial de la guerrilla Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado terrorista por Ankara.
Las FSD, sin embargo, le han tendido la mano a Ankara en estos últimos días para «resolver» de «forma pacífica» sus diferencias y ayer acordaron un alto el fuego en Manbech que implicaba la retirada de los kurdosirios de esa localidad.
Los choques con el SNA, sin embargo, no implican una confrontación con el HTS, con la que incluso ha establecido o ya para trazar el futuro del nuevo país con la participación de todos sus grupos étnicos y religiosos.
Kurdosirios izan nueva bandera de Siria
Por otro lado, la autoproclamada istración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), liderada por kurdos y que gobierna de facto esa región del país, anunció que ha izado «la bandera de la independencia» en todas sus instituciones para afirmar «la unidad de Siria y su identidad nacional».
«El Consejo Democrático de los Pueblos decidió izar la bandera de la independencia sobre todas las instituciones autónomas democráticas en la región del norte y el este de Siria, afirmando la unidad de Siria y si identidad nacional», dijo la AANES en un comunicado, en referencia a la bandera de tres estrellas rojas que sustituye a la anterior.
Según los kurdosirios, esta medida fue tomada «en ocasión de la victoria de la voluntad de los sirios y el derrocamiento del régimen de la represión» del presidente Bachar al Asad, que huyó el pasado domingo a Moscú después de que los insurgentes islamistas tomaran el control de la capital, Damasco.