Philippe Lazzarini, comisionado general de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA). EFE/EPA/Heiko Junge

Escuelas y centros de salud de UNRWA abrirán con normalidad en febrero, promete Lazzarini

Naciones Unidas (EFE).- Las escuelas operadas por la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), así como sus centros de salud y hospitales, abrirán con normalidad el próximo 1 de febrero, cuando entren en vigor las estrictas limitaciones que el parlamento israelí ha impuesto a la agencia, dijo este viernes el comisionado general de esa organización, Philippe Lazzarini.

En una rueda de prensa tras finalizar su intervención en el Consejo de Seguridad, Lazzarini recordó que las leyes israelíes prohíben el o entre funcionarios israelíes y agentes de UNRWA en Gaza, pero eso no afecta a las escuelas y centros de salud; sin embargo, reconoció que sus actividades se verán muy comprometidas en Jerusalén Este, pues en ese territorio el parlamento ha prohibido toda actividad de la agencia.

Ataques contra la UNRWA

Israel, embarcado en una campaña contra la existencia misma de la UNRWA, ha prohibido a Lazzarini entrar en Gaza desde marzo de 2024, y en junio le impidió además la entrada en Cisjordania y Jerusalén, al tiempo que el gobierno lanzaba una campaña propagandística «y una intensa campaña de lobby» contra la agencia con carteles y hasta anuncios en Google, recordó el funcionario.

«Los ataques contra la UNRWA -subrayó el funcionario suizo- no son solo contra la agencia, sino contra todo el sistema multilateral, y si los permitimos, servirán como precedentes para otras situaciones muy conflictivas en el mundo».

Niñas palestinas en el suelo asisten a sus clases en Khan Younis, sur de Gaza, en una fotografía de archivo. EFE/EPA/Haitham Imad

Rebatió una y otra vez la propuesta israelí de que la UNRWA se sustituya por otras agencias de la ONU que también operan en los territorios palestinos, pues dijo que ninguna tiene la capacidad humana ni logística de la UNRWA ni podría absorber a los 15.000 maestros que garantizan la enseñanza primaria en Gaza para 650.000 estudiantes.

Para Lazzarini, una capacidad semejante solo puede encontrarse en un estado, por lo que emplazó a Israel, «como potencia ocupante», a pasar a prestar esos servicios de enseñanza y salud; en su defecto, propugnó «un nuevo marco político que redefina las actividades de la agencia, en clara alusión que un futuro estado palestino sí podría encargarse de todos esos servicios básicos.