Naciones Unidas (EFE).- El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, dio hoy 48 horas a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) para evacuar sus centros en Jerusalén, atendiendo a una ley israelí que prohíbe al organismo prestar servicios en territorio del Estado hebreo.
«UNRWA deberá cesar sus operaciones y evacuar todos los locales en los que opera en Jerusalén, incluidas las propiedades situadas en Ma’alot Dafna (en Jerusalén Este) y Kfar Aqueb», advirtió este martes Danon en una rueda de prensa previa a una sesión del Consejo de Seguridad, en el que se trata la cuestión de la agencia.
El embajador recordó que la ley prohíbe a la agencia operar «dentro del territorio soberano del Estado de Israel», así como tener o con funcionarios israelíes y mantener «cualquier servicio o actividad de oficina de representación dentro de nuestro territorio».
Así, indicó, Israel, que dio a la agencia hasta el 30 de enero para abandonar sus oficinas en Jerusalén Este, «pondrá fin a toda colaboración, comunicación y o con la ONU o con cualquiera que actúe en su nombre».
El secretario general de la ONU, António Guterres, respondió hoy a la carta que le remitió Danon el pasado viernes, en la que le informaba de que la UNRWA debe «cesar sus operaciones en Jerusalén y evacuar todas las instalaciones en las que opera en la ciudad no más tarde del 30 de enero de 2025», es decir, con seis días de antelación.
En una respuesta de cuatro páginas, Guterres califica esa «demanda unilateral» como «manifiestamente irrazonable e incoherente con las obligaciones internacionales de Israel», y recuerda que Danon ha ignorado sus mensajes, que le daban «amplias oportunidades» para hacer consultas y negociar con la ONU
Posturas divididas sobre la polémica orden de evacuación
Estados Unidos dijo este martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU que el cierre de las oficinas de la UNRWA en Jerusalén «es una decisión soberana de Israel», y fue más allá, subrayando que «EE.UU. apoya la aplicación de esta decisión».
La diplomática Dorothy Shea, que interinamente encabeza la misión estadounidense hasta la llegada de la nueva embajadora, Elise Stefanik, adaptó así su discurso a los nuevos aires de la política exterior marcados por el presidente, Donald Trump, alineándose más claramente con Israel.

«La UNRWA -dijo Shea- exagera los efectos de las leyes (aprobadas por el parlamento israelí para restringir casi por completo las actividades de la agencia) al sugerir que van a obligar a cesar sus operaciones humanitarias por entero». Esas afirmaciones son «irresponsables y peligrosas», abundó.
Entre tanto, el director para la ONU de Human Rights Watch (HRW), Louis Charbonneau, instó este martes a los Gobiernos a dejar claro al Gobierno de Israel que la comunidad internacional «no le permitirá desmantelar» las oficinas de la UNRWA.
«Los Gobiernos deben dejar claro a las autoridades israelíes que el mundo no le permitirá liquidar los derechos de los refugiados palestinos. Deben apoyar los esfuerzos para que las autoridades israelíes rindan cuentas por matar de hambre a civiles palestinos en Gaza como arma de guerra», apuntó en un comunicado.
La tensa relación de Israel con la UNRWA
La ley a la que hace referencia Danon fue aprobada el año pasado y prohíbe a la UNRWA prestar servicios en territorio de Israel, incluido el este de Jerusalén, donde viven más de 300.000 palestinos que no disfrutan de los mismos derechos que el resto de ciudadanos israelíes (no pueden votar, por ejemplo, en las elecciones nacionales).

La agencia cuenta con unos 30.000 empleados y se encarga de realizar algunas de las labores de un Estado (como dar servicios sanitarios o educativos) a los palestinos que fueron desplazados tras la creación del Estado de Israel y a sus descendientes, tanto en Gaza y Cisjordania como en Líbano, Siria y Jordania.
Israel acusa a la UNRWA de tener vínculos con Hamás, aunque de momento solo ha presentado pruebas puntuales contra algunos trabajadores.
La ONU ha repetido en numerosas ocasiones que los servicios que presta UNRWA son insustituibles porque no hay agencia ni ONG que cuente con su logística, personal y capacidades para llevarlos a cabo, frente a lo que propugna el Gobierno de Israel.