Londres, (EFE).- El primer ministro británico, Keir Starmer, viaja este miércoles a Washington, donde mañana, jueves, se reunirá con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un intento por acercar posturas ante las actuales tensiones por temas delicados como el futuro de Ucrania.
Ambos políticos se reunieron ya en una cena informal en Nueva York cuando Trump aún era candidato a las elecciones presidenciales, pero será su primer encuentro desde que el político republicano asumiera de nuevo el poder, y llegará marcado por las recientes fricciones en las relaciones entre ambos lados del Atlántico.
Futuro de Ucrania
Aunque poco ha trascendido de la agenda del líder laborista más allá de una reunión con empresarios en Washington, la visita a la Casa Blanca contará como uno de sus ejes principales el futuro de Ucrania, tras cumplirse este lunes el tercer aniversario del inicio de la invasión de Rusia.
Trump ha abierto negociaciones con el presidente ruso, Vladímir Putin, para buscar una vía rápida de zanjar el conflicto sin incluir a Ucrania ni a los líderes comunitarios, mientras que Starmer, al igual que el resto de dirigentes europeos, considera vital que Ucrania no quede excluida de ese diálogo.
Búsqueda de garantías de seguridad
Con su visita, Starmer buscará previsiblemente convencer a Trump de que proporcione garantías de seguridad en el hipotético escenario de un acuerdo de paz, con el argumento de que todo lo que afecta a la seguridad ucraniana tiene también un impacto en el resto de países europeos.
Esta misma semana, Starmer reiteraba su compromiso con Ucrania, entre otras medidas con nuevas sanciones a Rusia, y anunciaba que el Reino Unido aumentará al 2,5 % del producto interior bruto (PIB) el presupuesto de defensa del país para el año 2027, a cambio de una reducción de la ayuda al desarrollo.
Otro tema que se espera que aborden ambos políticos serán los aranceles que Trump planea aplicar a bienes de importación a su país bajo el argumento de que de esa manera se protegerán los empleos y las industrias estadounidenses.
Sin tocar temas delicados
Los medios británicos anticipan que en aras de la armonía diplomática, Starmer evitará abordar de manera directa el reciente ataque verbal de Trump contra el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien tildó de «dictador» y su afirmación de que ni el presidente francés, Emmanuel Macron, ni Starmer han hecho nada para frenar la guerra.
Una fuente del Gobierno indicaba a ‘The Guardian’ esta semana que la estrategia del jefe del Ejecutivo de cara a su viaje será no «irritar» a Trump, ya que ello resultaría «contraproducente» tanto para los intereses británicos como para la seguridad de Ucrania y la UE.
El «mayor examen diplomático» de Starmer
En Downing Street -despacho y residencia oficial de Starmer- perciben la reunión como el mayor examen diplomático que deberá librar el primer ministro al tener que encontrar un equilibrio entre la seguridad del Reino Unido y sus intereses económicos mientras preserva las buenas relaciones con un presidente tan impredecible.
Según la misma fuente, un elemento clave en el encuentro será que Starmer logre que Trump lo «respete» y que al final de su reunión el presidente estadounidense se sienta «triunfador», y bien sea en Ucrania, comercio o China, salga convencido de que EE.UU. «saca algo de todo esto».
Otros posibles temas de interés que tratarán ambos incluyen el acuerdo entre el Reino Unido y Mauricio sobre el archipiélago de Chagos -sede de la importante base naval angloestadounidense de Diego Garcia- y los planes de Trump para reconstruir la Franja de Gaza.