Santiago de Chile (EFE).- El Gobierno de Chile presentó este lunes el plan para expropiar parte de los terrenos de la ex Colonia Dignidad, un asentamiento sectario alemán emplazado en el sur del país usado como centro de detención, tortura y exterminio durante la dictadura civil militar de Augusto Pinochet, entre 1973 y 1999, donde se erigirá un nuevo sitio de memoria.
En total, según dio a conocer el Ejecutivo, van a expropiarse 116,8 hectáreas del área que se encuentra declarada como Monumento Histórico en 2016, específicamente un espacio que comprende inmuebles y lugares vinculados a las sistemáticas violaciones de los derechos humanos perpetradas contra colonos y opositores políticos al régimen militar.
«Vamos a iniciar la expropiación de una parte de este lugar que se utilizó principalmente durante la dictadura militar con el objeto de ser un campo de concentración y prisión política, donde se realizaron las atrocidades más grandes que hemos vivido en nuestro país, un lugar donde se torturó a chilenos y chilenas y se les hizo desaparecer”, señaló el ministro chileno de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo.
Buscan que Colonia Dignidad se convierta «en un lugar de reflexión» en Chile
Por su parte, el jefe de la cartera de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, valoró la resolución tomada en el marco del Plan Nacional de Búsqueda, en tanto convertirá los espacios de la ex Colonia Dignidad «en un lugar de reflexión nacional y de intercambio».
«Aquí hubo violación de derechos humanos, pero también hubo muchas violaciones de niños, también hubo violaciones de jóvenes, también hubo barbaridades de toda naturaleza. Y lo serio en una sociedad es reflexionar, sacar las lecciones de las experiencias de la historia y, a su vez, comunicarlas especialmente a los jóvenes, en un espacio de reflexión de todos”, subrayó el ministro.

Entre los sitios que van a expropiarse se encuentra la casa de Paul Schäfer, el exmilitar nazi que lideró la conocida secta y sometió a trabajos, castigos, experimentos de manipulación mental y, en algunos casos, abuso sexual a más de 300 adultos y niños, muchos de los cuales le siguieron a Chile desde Alemania tras la guerra.
Centro de detención y tortura
Además, la medida incluye la llamada «bodega de papas», utilizada como centro de detención y tortura de prisioneros políticos que llegaron al lugar durante los meses siguientes al golpe de Estado que derrocó al gobierno democrático de Salvador Allende (1970-1973).
También se considera la expropiación del Hospital de la Colonia, donde se istraban psicofármacos y llevaban a cabo procedimientos coercitivos sobre los colonos; así como la portería de , punto de vigilancia para controlar las entradas y salidas del enclave.

Por último, la resolución abarca las fosas donde se ha encontrado evidencia de inhumaciones y exhumaciones de víctimas de desaparición forzada, espacio que a la fecha continúa siendo en investigación en busca de posibles indicios para dar con el paradero de estas personas o conocer cuál fue su destino final.
Cerca de cien opositores asesinados
El asentamiento, fundado en 1961 en el sur de Chile y que no se desmanteló hasta 1991 por orden del presidente Patricio Aylwin, entre 1990 y 1994, sirvió, además, de centro de torturas de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta del dictador Augusto Pinochet.
Se estima que a más de cien opositores al régimen los asesinaron en el recinto y que hoy en día aún sus familias siguen sin saber sobre su posible paradero.
Schäfer, condenado en 2006 por abusos sexuales y que murió en 2010, terminó encerrado en una prisión chilena después de su detención en Argentina, hasta donde había escapado años antes.
La dictadura de Pinochet dejó al menos 3.200 opositores asesinados, de los que 1.469 fueron víctimas de desaparición forzada.
Tras décadas de búsqueda se encontraron e identificaron los restos de 307 y aún falta encontrar a otros 1.162, según las últimas cifras oficiales.